El día más multitudinario de Tomavistas coincidió con el día más caluroso. Desde el momento en el que enseñabas la pulsera en la entrada para disfrutar de la última jornada del festival, se podía ver venir que iba a ser el día más abarrotado por la cantidad de personas validando su pulsera por primera vez. Puedo decir que el abanico me salvó la vida, y que además lo conseguí en el propio Tomavistas.
Fue todo un placer ver a Cala Vento en el escenario principal. Aleix y Joan, pese a ser solo dos, lo llenan de sobra. Era la tercera vez que tocaban en Tomavistas y la primera que presentaban ‘Casa Linda’ en directo. Me acuerdo cuando vinieron el año pasado a Tomavistas Extra y prometieron que la próxima vez vendrían con un “nuevo disco bajo el brazo”. Un año después, promesa cumplida.
Hay dos constantes en los conciertos de Cala Vento: los clásicos como ‘Un buen año’ o ‘Abril’ no pasarán de moda; y Joan y su batería siempre serán lo que hace tan especial el directo de los catalanes. El añadido de las canciones de ‘Casa Linda’ espero que también se convierta en una constante. En especial, ‘Ferrari’, a la que se unió Yawners en la guitarra, y ‘Teletecho’. El final del show, con ambos cantando sobre el backing track de ‘Conmigo’ y tirándose a surfear sobre el público fue algo nuevo en un concierto de Cala Vento, pero también fue uno de los momentos más bonitos de la tarde. Joan contó que “no pensaba hablar tanto”, pero no pudo evitar emocionarse al ver a toda esa gente gritar sus letras: “El año que viene hacemos 10 años tocando juntos. Se me ponen los pelos de punta al ver todo esto”.
Mientras veía a Los Punsetes solo podía pensar en el que calor que estaría pasando la pobre Ariadna. Esta iba con un gran vestido de volantes, adornado con los colores de España, y una corona enorme. ¡Era la Reina de España! Perfecta indumentaria para presentar las canciones de ‘AFDTRQHOT’. Hasta ahora, la tónica en Tomavistas había sido artistas más o menos habladores. Los Punsetes, no. Les sobraba con tocar y, sobre todo, con lo que dicen en las letras. Temas como ‘CERDOS’, ‘ESPAÑA CORAZONES’ o incluso ‘OCULTISMO’ fueron sucediéndose entre tracks más asentados como ‘Maricas’, ‘Tu Puto Grupo’ o ‘Una Persona Sospechosa’, que dio fin al show. Ariadna fue la última en dejar el escenario, tiesa como siempre, después de pronunciar las únicas palabras de la tarde: “Buenas tardes, Madrid”.
‘Fascinado’ fue el sólido comienzo de Sidonie en un concierto en el que no sorprendieron, aunque sí hubo novedades. Marc, Axel y Jes presentaron en directo su último single, ‘CEDÉ’, lanzado la noche anterior, y revelaron que su próximo disco se llamaría ‘Marc, Axel y Jes’. Además, debutaron un tema inédito para el que contaron con la ayuda de Nico, de La Paloma, que habían actuado previamente esa misma tarde a las 16:20. ‘No Salgo Más’ fue una agradable sorpresa. Suena realmente bien y sería genial que Nico estuviese también en la versión de estudio, pero creo que esto fue cosa de una vez.
Al mismo tiempo, el grupo de “nuevo punk” LA ÉLITE
estaba revolucionando totalmente el escenario 3 del Tierno Galván. El dúo de Lleida formado por Nil Roig y David Burgués tuvieron uno de los directos más descarnados y divertidos que se han visto en esta edición de Tomavistas. LA ÉLITE atraen por la música, una amalgama de punk y sintes, pero convencen por el espectáculo. Entre los delirantes comentarios de David Burgués (“Así me gusta, sudando la crema de sol”) y la complicidad de este con su compañero Nil a la hora de hacer cosas nuevas, fue uno de los conciertos en los que mejor me lo pasé. Nunca había visto a alguien llenar una pistola de agua con cerveza, apuntarse a sí mismo y casi vomitar; y tampoco había visto a un público abriéndose como “esa mierda de Moisés en la Biblia” solo para que alguien de la última fila le acerque un mechero al cantante: “Un aplauso para Moisés”. ‘Bailando’, ‘Todos Me Miran Mal’ y ‘Transpotting’ son temas obligatorios.Alrededor de las 23 horas ya había mucha gente esperando con antelación a Metronomy, la mayor apuesta internacional de todo el cartel, pero le tocaba a Ladytron. El conjunto británico no gozó de una gran audiencia, pero casi seguro que se podía escuchar la música desde cualquier punto del recinto. Temas como ‘City Of Angels’ e ‘International Dateline’ fueron highlights de un show que, a menos que seas fan, puede resultar aburrido, y no precisamente porque la música sea lenta o mala, sino porque a veces no pasa nada. Aun así, sirvió de calentamiento para la electrónica pop que iban a desplegar los de Metronomy.
Mientras que en algunas canciones de su discografía inevitablemente suenan como un producto de su época, en directo Metronomy suenan más atemporales. Sus canciones son perfectas para impresionar en lo musical, pero también perfectas para despedir un festival como este bailando. ‘It’s good to be back’, ‘Right on time’, ‘Salted Caramel Ice Cream’ y, por supuesto, ‘The Look’ fueron los puntos más altos del concierto. De hecho, cuando sonó ‘The Look’ me pilló totalmente por sorpresa. Habían tocado tantos temazos que me había olvidado de que iba a llegar este. Los ingleses dieron el mejor concierto del sábado, y el Tomavistas se despidió como se merece. Según se acercaba el fin del festival, a la 1 de la mañana, más y más gente se fue retirando, hasta que el Tierno Galván quedó vacío una vez más.
Este Tomavistas 2023 ha estado marcado, en parte, por el calor, sofocante en algunos momentos, pero no ha habido nada que consiga manchar sus virtudes. Los horarios de todas las actuaciones se han respetado a rajatabla y todos los artistas han sido puntuales, pero el mayor acierto ha sido el regreso a la ubicación original del festival. A menos que pagues el VIP, en otros festivales la única manera de sentarse es en el suelo. En Tomavistas, las gradas del parque que miran de frente al escenario principal han salvado los pies de mucha gente, y permitían ver la actuación a la vez. Esperemos que el parque Enrique Tierno Galván siga siendo el perfecto anfitrión de Tomavistas el año que viene.