Disclosure tienen cara de llevar 10 años intentando superar el trauma de no ser la novedad del momento. Por razones comunes a casi cualquier artista, les está costando igualar el impacto mediático y comercial que supuso la edición de ‘Settle’ en 2013. Entonces la escena no estaba tan saturada de beats noventeros como ahora, ni todo eran sampleos de aquellos tiempos, y su recuperación del techno-house, bastante pura, estuvo entre lo mejor de aquel verano.
10 años y 1 mes después de aquel debut, han publicado su 4º álbum en muy diferentes circunstancias. En este lapso han tenido algún golpe de suerte, como la millonaria colaboración con Khalid; aciertos artísticos tan sólidos como el sampleo de un tema de los años 40 en ‘Angels Fear to Tread‘; trallazos empapados de Brasil como ‘In My Arms’; y han sacado discos que no estaban nada mal, como un ‘Energy‘ surtido de colaboraciones y buenos temas… que tampoco les devolvió tanto el éxito.
Quizá por lo desapercibido que pasó ‘Energy’ en las listas, el dúo formado por los hermanos Lawrence cambia radicalmente de estrategia. Ya no están en una multinacional sino por su cuenta, han sacado este ‘Alchemy’ sin previo aviso, ni edición física, ni interés ni posibilidad de entrar en los charts; y sobre todo han pasado de contar con featurings. La idea es bastarse y sobrarse ellos dos solos, tan sólo con la ayuda de un par de co-autores y co-productores amigos.
Les funciona a medias. ‘Alchemy’ es un agradable disco de verano, idóneo para fans de aquel anuncio de «¿Te gusta conducir?». En él caben los recuerdos a Basement Jaxx (‘Simply Won’t Do’), al jungle (la celestial ‘Higher Than Ever Before’) y al electro (‘Go The Distance’), siempre sin separarse de sus sonidos más identificativos.
Tras un interludio lleno de soul como es ‘Someday’, la segunda parte del álbum se compone de temas con algo de alma (‘We Were In Love’), más intentos de llenapistas (‘Sun Showers’), gracietas (la final ‘Talk on the Phone’ podría ser de Chromeo) y algunas cosas que en su búsqueda de la espiritualidad no pasan de curiosidades (‘Purify’ es otro interludio, en verdad).
Fiel a su propio estilo y tan entretenidillo como inane, ‘Alchemy’ no es tanto un traspiés como un álbum disfrutable, de ingredientes perecederos. Podría ser un buen álbum de cualquier artista novel de Ed Banger Records que actuara en Razzmatazz este fin de semana. Es sólo que el caché de Disclosure es (o era) bastante más alto.