‘Misión imposible’ no decepciona. Tras casi treinta años y siete películas (ocho si contamos la segunda parte de la última), la saga no se ha autodestruido “en cinco segundos”. Sigue siendo un ejemplo del mejor cine espectáculo. Las primeras tenían mucha más personalidad autoral: Brian De Palma, John Woo, J.J. Abrams. Pero también más altibajos. Las cuatro siguientes son indistinguibles, su gramática es invisible e intercambiable. Pero también son de una eficacia excepcional.
¿Por qué ‘Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1’ es el mejor blockbuster veraniego?
1. Funciona como una bomba de relojería imposible de desactivar. ¿Cómo es posible que una película tan calculada, tan medida, tan vista incluso, resulte tan divertida, entretenida y sorprendente? ‘Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1’ es un ejemplo de cómo la repetición, si se hace bien, no resulta repetitiva. Cómo sobre una base narrativa sólida y fuertemente codificada se puede ser igual de inventivo que reformulando, deconstruyendo o dinamitando viejos esquemas. Son 163 minutos que vuelan como Tom Cruise haciendo speed flying.
2. Las secuencias de acción son impresionantes. Hay cinco grandes escenas. Y cada una es diferente. La primera, en el desierto, es casi cine bélico. La segunda, en un aeropuerto, cine de espías clásico. La tercera, en Roma, es puro slapstick. La cuarta, en Venecia, cine negro. Y la última, la más larga y espectacular, situada en el Orient Express, una obra maestra del thriller de acción. Planificadas con esmero, narradas con claridad y sentido del ritmo, protagonizadas por el propio Cruise (61 años, ojo) y con la suficiente profundidad dramática para que nos importe lo que está ocurriendo.
3. El villano es una maravilla. No lo voy a desvelar porque no aparece en el tráiler. Solo decir que es un acierto, una brillante decisión de guion. Por una parte, resulta aterrador y muy de actualidad: “La verdad está desapareciendo”, dicen en un momento. Por otra, amplía mucho las posibilidades dramáticas de la historia.
4. El guion no parece escrito por Inteligencia Artificial. Hay un eficaz macguffin (una llave), un buen desarrollo de personajes, cierta profundidad psicológica, un estimulante discurso sociopolítico, comicidad, giros, engaños y suficientes conflictos dramáticos para que esto no se vuelva una sucesión de carreras, peleas y frases tópicas. Ah, lo que no hay es nostalgia facilona para cuarentones que echan de menos las películas que veían de pequeños (o sea, su juventud). El guion es del propio director, Christopher McQuarrie. Autor, recordemos, del oscarizado libreto de ‘Sospechosos habituales’ (1995).
5. No es una simple primera parte. A pesar del “to be continued”, ‘Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1’ funciona como un filme independiente. En ningún momento, salvo por los lógicos flecos sueltos argumentales, parece que hayas visto solo media película. El verano que viene está previsto el estreno de la segunda. ¿Será el fin de la saga tal y como la conocemos o aguantará el físico de Cruise? Según ha declarado en The Sydney Morning Herald: “Espero seguir haciendo películas de ‘Misión Imposible’ hasta que tenga su edad [en referencia a los 80 años de Harrison Ford]”. Vamos, que queda Ethan Hawke para rato.