Tras la salida de ‘For All The Dogs’, Drake aseguró que tocaba tomarse un merecido descanso. Desde entonces, ha anunciado una gira conjunta con J. Cole y ha desempolvado su icónica serie de EPs, ‘Scary Hours’. Normalmente, estos proyectos son lanzados antes del disco al que acompañan, a modo de entrante, pero no esta vez. Los seis nuevos temas del canadiense también sirven como una edición deluxe de su último álbum, pero, por suerte, poco tienen que ver con aquel proyecto.
Con Kevin Durant como productor ejecutivo, ‘Scary Hours III’ es un regreso al Drake que todos esperábamos en ‘For All The Dogs’, y que él mismo prometió, pero con acertados cambios. Desde aquí le pedíamos “jubilar los versos sobre sus exes” y “renovar su colección de beats”, y aunque dudo de que Drake lea JENESAISPOP, eso es exactamente lo que ha hecho. Esto es, a excepción de ‘You Broke My Heart’, que por el título ya se puede intuir qué tipo de canción es y cuya segunda mitad lo confirma, con el rapero entonando “Fuck my ex” durante más de un minuto y medio.
Las otras cinco canciones exhiben a Drake en su versión más implacable, demostrando que sí tiene cosas que decir, acallando todas las críticas recibidas tras su último lanzamiento y, en definitiva, atando cabos sueltos. Para este cometido ha fichado al joven productor Ovrkast, conocido por su trabajo con Earl Sweatshirt o Jay Versace, y al veterano The Alchemist, uno de los beatmakers más venerados de la industria. Además, repite el minimalista Conductor Williams, ya presente en una de las canciones más aclamadas de ‘For All The Dogs’ (‘8am in Charlotte’).
Hay una cantidad muy satisfactoria de «namedropping» en este proyecto, desde James Harden hasta Rosalía (“Next time I get in Rosalia face, I hope she tell her people that we need some space”), con Drake desahogándose sobre distintos aspectos de la industria musical y de su círculo cercano. Sorprende la cantidad de personas de las que habla directamente, sin ningún tipo de piedad, a veces sin revelar su identidad, lo cual es casi hasta más humillante.
Drake habla sobre Billboard teniendo que controlarle, la única artista a su nivel (“Taylor Swift the only nigga that I ever rated / Only one that could make me drop the album just a little later”), los dolores de cabeza que le provoca Kanye West, los crímenes de sus “hermanos” y los “fake gangsters”, entre muchas otras cosas.
‘The Shoe Fits’, con el beat más pegadizo del EP, es uno de esos temas que a ciertas personas les habrá sentado como una patada en el estómago, a la vez que el mismo Drake admite sarcásticamente en el estribillo que no rapea como antes porque, simplemente, ya no sabe cómo hacerlo. Otros, como ‘Wick Man’, dejan frases tan memorables como esta: “White America say I’m becoming a threat / Black America love to remind me what my mama look like / As if I’d ever fucking forget”.
Lo más importante a tener en cuenta es que los versos de Drake parecen honestos. Siempre va a lanzar las típicas rimas con las que echarte las manos a la cabeza (“Niggas think it’s sweet, but I’m not a diabetic patient”), pero cuando el resto de barras merece la pena, estas son percibidas como graciosas, más que como molestas. En parte, este tipo de juegos de palabras son por los que Drake está donde está, así que no pueden ni deben faltar.
Si tan buenas son estas canciones y estas bases, ¿por qué no están en ‘For All The Dogs’? Porque las ha grabado durante los cinco días previos al lanzamiento del EP, desde cero: “Me está llegando de una forma que no había experimentado desde ‘If You’re Reading This’, y es como estar drogado”.