Hace poco pude entrevistar a rusowsky y bromeamos sobre la ida de olla que supone que algunos medios lo estén calificando como «flamenco». Aun aceptando como tal cualquiera de sus formas. Lo mismo podría pasar con la revelación Espineli si algún curador de playlists o redactor despistado atiende tan sólo a los primeros beats de ‘ALMA EN PENA’, el primer tema de ‘PURGATORIO’. O a ese fragmento con palmas de ‘MICPAPALOTL’… antes de que la producción se pase al drum&bass.
Si tuviera que encajar en alguna etiqueta, Espineli tendría más sentido cerca de un hyper pop generoso en mutabilidad. Porque la gracia es que aquí hay trap, hardcore, reggaeton… el signo de los tiempos, vaya. En resumen, la artista encajaría en la factoría Rusia-idk, hogar de rusowsky, Ralphie Choo y amigos, solo que ella ha fichado por Mushroom Pillow. Así de diversificada está la escena ya: post-todo es una palabra que aparece en la nota de prensa.
Espineli es el proyecto de una productora de Madrid en torno a los 20 años, con gran devoción por el mundo de los dibujos animados, el ciberpunk, «los sonidos dark de gente como ThxSoMch y el urbano de última generación». El tema más popular de ThxSoMch es un cruce entre post-punk, synth-wave y rap, lo seguro es que realmente oscuro, y el disco de Espineli, oscuro es un rato.
Inmerso en referencias a la ciencia ficción, como ‘Poltergeist
‘, ‘Regreso al Futuro’, quizá ‘Buffy Cazavampiros’, el disco rebosa romanticismo. Su ‘PACTO’ trance es con el diablo, el disco no hay que olvidar que se llama ‘PURGATORIO’, y ‘BISTURÍ’ dice cosas como «Dicen que eres el diablo, fui a buscarte al infierno, vi que te salieron cuernos, mi alma salió de mi cuerpo y desde entonces no la encuentro».Todo ese carácter darks parece tener origen en el desamor. Espineli habla de estas canciones de estar «en un agujero» y «con un nudo en el pecho» (‘ME DICE’), de ser asediada continuamente por «fantasmas» (‘Bisturí’). Como parece decir ‘RELATIVO’ («no entiendo qué quieres de mí, no sé qué soy para ti»), la imposibilidad de entenderse con alguien la lleva a ese estado. La riqueza del álbum es plantear ese desamor desde el humor, en las letras y en los arreglos.
En las letras encontramos referencias a Tarantino bastante bien calzadas («después de unas horas, muere más gente que en Django», en ‘ROCKY BALBOA’), y en la música, momentos tan divertidos como las dos notas de piano de ‘VENIER’, en medio de un señor pepinaco. ‘FONDO’ juega con el funk carioca, con lo clásico y con el rap en un delicioso caos, mientras la aportación de Poseck en ‘DETONA’, aunque no sea lo mejor del disco, prueba que hasta el reggaeton es posible en tan tenebrosa habitación.