Hay quien elogia a Yung Beef para hacerse el moderno (también te digo, ¿no vas un poco tarde?), y eso explica que muchas veces tengas que aclarar que sí, que te gusta Yung Beef no irónicamente. En ocasiones, lo que te gustaría responder a esa gente no es “sí sí, lo decía en serio”, sino “ponte ‘ADROMICFMS 4‘ y luego me lo vuelves a preguntar”. Porque, de todo lo publicado en el endiablado ritmo editorial de Yung Beef, la saga ‘ADROMICFMS’ sigue siendo la más reivindicada por sus fans, y, dentro de ella, su cuarta entrega.
Yung Beef parece saberlo también: aunque desde 2017 ha continuado algunas sagas e iniciado otras, se ha hecho de rogar con una nueva entrega de ésta. Y, quizás por lo difícil que era superarse, esto no se titula como una quinta entrega propiamente dicha, sino como una expansión de aquella. Algo así como el ‘Lord of Destruction’ para ‘Diablo II’ y, de hecho, funciona un poco parecido: no llega al nivel de su hermano mayor, pero estás encantado de pasearte de nuevo por sus caminos, y vuelve a contener grandes momentos.
Grabado en Londres, ‘ADROMICFMS 4 ½’ vuelve a encontrarse bajo el sello de La Vendicion, pero esta vez está distribuido por Virgin Music Spain. No está Steve Lean, pero vuelven a trabajar con Yung Beef gente como JHNX P, Mike Vegas, Damn Pablo o Font, y se suman Kelvin Krash (colaborador de ASAP Rocky o slowthai), The FaNaTiX (Pa Salieu, Tory Lanez) FRAXILLE (Migos), Hoops (Travis Scott, NoCap), Jai Beats (Rod Wave, Polima Westcoast), Londn Blue (Central Cee), Ele Beatz (Eladio Carrión) o Josh Coleman (LilBaby), además de la demostración de poder que supone tener a Woesum de la Drain Gang encargándose de ‘MI FAMILIA CERCA’, una intro que guiña el ojo a Drake (‘Keep the family close’ era la intro de ‘VIEWS’).
Todo ello deriva en producciones tan potentes como la de ‘PELIGROSOS Y FAMOSOS’ (cómo suenan esos beats), ‘JIGGY’ o, sobre todo, la de ‘DRUGSTORY’, que es una de las cumbres del disco. Lo que podría ser una canción de amor a una persona juega también con las drogas como el destinatario, y resulta además un repaso a la vida de Fernando y su progresión, con una de las mejores melodías que ha creado.
Algo destacable de Yung Beef es cómo alterna el ser intenso con el tomarse poco en serio cuando le apetece, y aquí vuelve a haber mucho espacio para su humor y sus frikadas. “Hoy no te quiero ver triste, ven, hazme un striptease” dice en ‘NO TE QUIERO VER TRISTE”, “soy un puchero de abuela, zorra, yo hago que vuele / y ésta no rima, pero ésta sí” en ‘INVERTIMOS’, “ponte las pilas que lo están pidiendo pila” en ‘DRY SHIFT’, o “en tu tumba he hecho un pipí” en ‘AL DENTE’.
Por no mencionar cuando te referencia ‘Jason X’ (‘BADBOY’) o te rima “Rasputín” con “Putin” y “patín” (falta Federica) y te mezcla el “morao” de Kirby con el de Prince (‘Purple Rain’) en una canción que, para colmo, se llama ‘AUSTIN POWERS’. Podríamos decir que en este “1/2” hay, a priori, menos espacio para la vulnerabilidad del que había en su antecesor, porque el Yung Beef más vacilón se pasea por muchos de sus temas, como ‘ESTO ESTÁ FUEGO’, ‘WAKE UP BITCH’ o ‘PUSH IT TO THE LIMIT’.
Pero, como dice en ‘NO ANDES ODIANDO’, “zorra soy un artista, sé estar triste y contento” (para a continuación soltar “ay ese culito qué bien huele”… en fin, simplemente ELLA). Y, de nuevo, donde mejor funciona es en lo dramático. Quizás no haya un ‘Rosas Azules’, pero hay temas tan recomendables como ‘SUDANDO SANGRE’ (“buscando maneras pa quitarme el dolor”, hace poco hablaba de lo que le ayuda la música en este sentido), ‘MENTAL BREAKDOWN‘ y el sample de Taylor que ya os comentamos, ‘HÁBLEME BIEN’ (“cuando lo veo negro, ella me lo pone gris”), el perreo sadboi de ‘VERÓNICA’, el feat con John Grvy ‘YA LO ENTENDÍ’ (un poco anticlimático como cierre, eso sí) o la estupenda ‘CUANDO YA NO ESTÉ’ (“sé que aún es temprano pa acariciar tu pelo”). Aquí, además, mezcla la nostalgia con una mirada al futuro: “y mientras miras mi vida, mi vida, tu vida se te va / zorra el tiempo vuela, cuando muera, todo esto dará igual”.
Explicaba Yung Beef hace poco en una entrevista (en la que además decía algo que encantará a sus haters: “musicalmente, bueno, si es que se puede llamar a lo mío ‘música’”) cómo el hecho de que su vida siempre haya sido “un poco loca” ha influido también en la forma en que compartía sus temas, y que quiere ir cambiando eso: “quiero centrarme un poco en la realidad, hermano, yo siempre he estado muy drogado, he estado en mi mundo, volando (…) ahora tengo 31 años, soy padre, es la primera vez que me estoy parando, e intentar ponerme qué objetivo hacemos”.
Quienes le siguen conocen este ritmo: este 2023 ha sacado tres discos (y se supone que aún queda la nueva entrega de ‘El Pluggg’). ¿Habría sido mejor dejar este ‘ADROMICFMS 4 ½’ para el año que viene? Puede ser. ¿Habría sido mejor resumir 24 canciones y más de una hora en un disco más redondo? Puede ser. Pero en cierto modo se agradece esta diarrea creativa, porque todo lo que saca Yung Beef puede ser más o menos interesante, pero siempre se las apaña para que nunca sea una mierda.