Música

Mika / Que ta tête fleurisse toujours

Mika está enamorado del amor. Lo canta en ‘Je sais que je t’aime’, una de las canciones incluidas en su nuevo disco, ‘Ta tête fleurisse toujours’. Su pasión por la vida, por vivirla al máximo, le hacen imaginar un beso que le “cambia la vida” en ’30 Secondes’, o entregarse a la sensualidad “hasta la muerte” en ‘Apocalypse Calypso’. Aquel muchacho apasionado que cantó ‘Grace Kelly’, no está tan lejos hoy. ¿O sí?

Los colorines de sus primeros discos, de vez en cuando, siguen animando la vida de Mika, de hecho: en ‘Sweetie banana’ tiene el “corazón de caramelo” y “coco en los labios”. En ‘Apocalypse Calypso’ su corazón “estalla en llamas” y casi puedes visualizar un dibujo animado representando este acto. Sin embargo, las nuevas canciones de Mika son mansas y plácidas. Lo cual no sería malo si sus cimientos compositivos fueran sólidos. No es el caso.

El sentimiento de Mika es noble en ‘Ta tête fleurisse toujours’. Cuando nos aconseja vivir la vida sin prisa, “suavemente”, como Elvis Crespo, en ‘Doucement’, da ganas de darle las gracias: es un recordatorio necesario. Aunque escuchando la canción luego se te olvida. Realmente, ninguna de ellas es la más inspirada que ha firmado.

Es simpática la pista inicial, ‘Bougez’, que juega con el house-pop y anima a mover el cuerpo “por tu salud”. Aunque, abriendo disco, no es espectacular. Una vez ajustadas las expectativas ante el que parece, desde el principio, un disco menor en la carrera de Mika, es mono el homenaje semibailable a ‘Jane Birkin’ y ‘C’est La Vie’, otra de las pistas movidas, en clave disco, ofrece amena compañía.

Algo mejores son las baladas y medios tiempos de ‘Ta tête fleurisse toujours’, especialmente ’30 Secondes’, que sería digna candidata a Eurovisión. Después, ‘Moi, Andy et Paris’ transmite una energía más contenta que sentida, pero te gana gracias a su cuco estribillo “please, excuse my French”. Es efectivamente un paseíto por París, ligeramente ensombrecido, entristecido, por el inminente final de un amor: “sonreímos pero estamos tristes, como en una foto turística”, canta Mika.

Es curioso que los mejores momentos de ‘Ta tête fleurisse toujours’ aparezcan en el tramo medio. Porque, al principio y al final, las canciones no pueden ser más endebles ni las melodías más desaboridas. La producción tropicalilla de ‘Sweetie banana’ la hace sonar más a 2017 que a 2024, pero lo peor es que Mika parece haber olvidado de hecho escribir una canción que valga la pena. ‘Apocalipse Calypso’ no puede hacer menos honor a su título. El drama orquestado de ‘Je sais que je t’aime’ suena artificial e inflado. La melodía de ‘Touche touche’ no puede estar más manida.

Así que hay poco que rescatar en ‘Ta tête fleurisse toujours’. Mika supo madurar en su disco de 2015, ‘No Place in Heaven’, y después se las apañó para refrescar su propuesta con el single ‘Ice Cream’ y su disco de 2019 ‘My Name is Michael Holbrook’. En ‘Ta tête fleurisse toujours’, su primer disco cantado enteramente en francés, suena acomodado y aburrido de sí mismo. A pesar de que el amor sigue iluminando la vida de Mika, sus nuevas canciones suenan realmente apagadas.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: mika