Steve Martin, Martin Short, Selena Gomez y, como guinda, Meryl Streep. Esta combinación podría ser resultado de tirar dados, pero es la que ha llevado el peso de la tercera temporada de ‘Solo asesinatos en el edificio’, finalizada este otoño. Y ya el trío protagonista desde el inicio de la serie, sin la Streep, era tan extraño… como efectivo. La química entre esta extraña trieja es uno de los grandes aciertos de la serie de Hulu, que en España se puede ver en Disney+.
Creada por el propio Martin junto a John Hoffman, guionista y productor de ‘Grace and Frankie‘, ‘Solo asesinatos en el edificio’ comienza cuando un solitario actor que lleva mucho tiempo siendo una vieja gloria, un director esforzado en aparentar que no lleva décadas sin un éxito, y una irónica artista que aún no sabe qué hacer con su vida coinciden en ser (casi) testigos de un asesinato dentro del gigante edificio en que viven. Los tres son adictos a los podcasts tipo true crime, y la necesidad de hacer algo un poco menos gris con sus vidas les hace crear su propio podcast, “Solo asesinatos en el edificio”, que intentará desentrañar el misterio tras ese asesinato.
La fórmula, aunque con algunas variaciones, se repetirá en la segunda y la tercera temporada, cada una centrada en un caso, al que acompañan las alocadas vidas personales de ellos tres, y de personajes secundarios de lo más variopinto. Y es que uno de los puntazos de esta serie es la lista de estrellas invitadas: hemos nombrado a Meryl Streep, pero la segunda temporada trajo consigo a la legendaria Shirley MacLaine, siendo un regalazo para cualquier cinéfilo ver a la protagonista de ‘El Apartamento’ paseándose por otro edificio inconfundiblemente neoyorquino.
Y también han colaborado Tina Fey, Paul Rudd, Jane Lynch, Cara Delevigne o Jesse Williams e incluso, atreviéndose a hacer de sí mismos, Amy Schumer, Matthew Broderick, Mel Brooks, Jimmy Fallon, ¡y hasta el mismísimo Sting! La participación de Selena Gomez podría, de hecho, contarse como otro cameo, y ojo, porque la cantante de ‘Love You Like a Love Song’ sabe que está aquí para pasárselo bien, y regala muchos momentos divertidos en sus choques generacionales con “Charles (Old)” y Oliver.
Pero la serie se apoya también en rostros menos conocidos por el gran público, pero que seguro te sonarán de otras ficciones, como Jackie Hoffman, Amy Ryan, Jayne Houdyshell, Michael Cyril Creighton, Nathan Lane, Da’Vine Joy Randolph o Aaron Domínguez. Todos ellos (especialmente los cuatro primeros) tienen una capacidad curiosa para robar escenas, y compensan los momentos en que la serie se centra demasiado en dar vueltas respecto al trío protagonista, en los momentos más dramáticos de Mabel (ahí Selena se muestra más limitada), o en las pequeñas trampas al espectador que tiene su aspecto whodunnit. Lo mejor de ‘Solo asesinatos en el edificio’ no son los asesinatos, sino el humor, incluido el humor negro cuando se hace un retrato (esperamos que voluntario) sobre esa sociedad neoyorquina un tanto sociópata que puede disculpar un asesinato, pero que traza una línea en que esto le haga perder el metro.