Música

The Smile / Wall of Eyes

De todos los grupos que podían registrar el nombre The Smile, se lo quedó la banda paralela de dos miembros de Radiohead, Thom Yorke y Jonny Greenwood, junto al percusionista de Sons of Kemet, Tom Skinner. La alegría de la huerta. El verso que les inspiró, claro, no era el más carpetero de Bécquer, sino de Ted Hughes y hablaba del poder disuasorio de una sonrisa enigmática, una capaz de manipular multitudes. Thom Yorke no estaba pensando en sonrisas Profidén, sino más bien en la sonrisa del «tipo que te miente a diario».

Los autores de ‘Paranoid Android’ continúan mirando al mundo con recelo, quizá con más razón que nunca. En una de las canciones del segundo disco de esta formación, llamada ‘Friend of a Friend’, Yorke vuelve a cuestionar el sistema actual, partiendo de una idea surgida en pandemia (de ahí la mención a los «balcones»). “¿Todo ese dinero dónde fue? Al bolsillo de alguien. Un amigo de un amigo”.

Ni sonrisas falsas ni amigos que son todo lo contrario. Las inquietudes de The Smile son las mismas que las de Radiohead, hasta el punto de que ambos proyectos confluyen en algunos puntos. Como es habitual en la carrera de Yorke, ha retomado ideas abandonadas en el pasado y el corte llamado ‘Wall of Eyes’ contiene referencias al periódico que acompañó la edición de ‘The King of Limbs’ (2011). La buena noticia es que la formación se asienta y este nuevo álbum suena mejor amalgamado que su debut, aquel disco que nos hizo pensar por un momento que The Smile iban a ser un divertimento punk.

Nada más lejos. ‘Wall of Eyes’ es más bien el tipo de disco que se graba en Abbey Road, con la Orquesta Contemporánea de Londres haciendo arreglos, un contrabajo que ha tomado buena nota de maestros del jazz (Alice Coltrane y Miles Davis siempre aparecieron entre las influencias de Radiohead) y un sentido de la producción que consiente efectos, truenos y susurros, con otro ojo puesto en la factoría WARP.

Mientras el principio de ‘I Quit’ conecta con sus primeros experimentos en ‘The Bends’ (1995), ‘Wall of Eyes’ es un disco que se caracteriza por presentar varias composiciones que se dividen en varias partes, aunque parezca que no, lo que inevitablemente le conecta con ‘In Rainbows’ (2007). Si en ‘Read the Room’ ya contrastaban su parte más infantil con la más espinosa, su outro intentará volar por libre, antes de ofrecer un final totalmente abrupto. En ‘Teleharmonic’ las flautas llevan el tema a otro lugar. En ‘Bending Hectic’ el momento en el que estallan las cuerdas da buena cuenta de la experiencia adquirida por Jonny Greenwood como compositor de bandas sonoras. Justo después, el desgarro guitarrero.

Bien estructurado junto al productor Sam Petts-Davies (ojo, no por Nigel Godrich), el disco presenta seguidas al cierre de la cara A, las dos canciones de guitarras más punzantes y disonantes. ‘Read the Room’ y ‘Under the Pillows’ parecen ahijadas de aquellas bandas de rock de los 70 con que se criaron, y contentarán a los seguidores de sus inicios. Y al cierre de la cara B llegarán sus dos mejores composiciones. Los 8 minutos de ‘Bending Hectic’ son el gran caballo ganador aquí y ‘You Know Me!’, su gran joya oculta. En esta se acercan por fin a la atemporalidad de sus grandes clásicos. No te puede salir un ‘Karma Police’ o un «Street Spirit» a diario, ¿pero qué hay del nuevo ‘Nude’? ¡Al menos un ‘True Love Waits‘!

‘Bending Hectic’, además, apunta alto con su referencia a Shakespeare, lo cual hará cierta gracia a quien recuerde que el grupo escribió ‘Exit Music’ para una adaptación de ‘Romeo y Julieta’. Decía una de las citas más conocidas de ‘Hamlet’: «Ser o no ser, esa es la cuestión: si es más noble para el alma soportar las flechas y pedradas de la áspera fortuna o armarse contra un mar de adversidades y darles fin en el encuentro». En este tema mutante, Thom Yorke no sabe si usar las «flechas» y las «pedradas» para liberarse o hundirse. Es su tradicional disyuntiva. Su voz, su música, sus textos, a cada estrofa transmiten algo totalmente diferente.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: the smile