Música

Lana Del Rey sigue a su bola en Primavera y por eso la amamos

Hacer un juego de palabra con “Lana del Rey” y “reina” es muy facilón, pero es que no es ninguna mentira. Puede ser por las colas de antes de que abriesen las puertas del recinto (en su mayoría, fans); puede ser porque esos fans no solo llevasen ropa y accesorios para la ocasión, sino incluso aquella mascarilla absurda por la que se la criticó en pandemia; puede ser por dejar fuera del setlist el reciente hit ‘Say Yes to Heaven‘ o incluso ‘Blue Jeans’… pero decidir que sí se va a recrear en ‘Bartender’ porque a ella le encanta; puede ser por aparecer casi media hora tarde y tener el coño de decir “disculpad estos diez minutos de retraso”… y puede ser porque a eso respondamos “tú lo que necesites, reina”.

Coñas aparte, puede ser por un espectáculo que consigue que durante hora y media no estemos en el Primavera Sound, ni en Barcelona, ni en 2024: estamos en el espaciotiempo particular de Lana, que es a la vez vintage y actual, oscuro y luminoso, íntimo y épico.

Entre el público, distintas horquillas de edad. Me resultó curioso cómo un chico que conocimos ayer mis amigos y yo decía que su disco favorito era ‘Honeymoon‘ porque le recordaba “a su infancia”: aparte de sentirme en ese momento el meme de ‘El castillo ambulante’, entendí hasta qué punto Lana del Rey ya no es solo una cantante, y le di más razón a una amiga que la considera “la Madonna del indie” (tengo mis dudas no ya sobre si es ella, sino sobre el propio concepto en sí).

Porque es cierto que Lana se ha convertido en una institución, el setlist casi que pasa a un segundo plano porque, aunque haya decisiones raras, tiene tantísimos temas buenos y tan distintos, y los defiende tan bien, que siempre acertará. No todo fue bueno: el sonido podría haber sido mejor, y Lana quizás llevaba más pregrabados de la cuenta (tampoco ayudaban los berridos de quienes creían estar en ‘Tu cara me suena’), pero daba igual teniendo momentazos como la magia en la actuación de ‘Pretty when you cry’, el protagonismo repartido con las coristas en el tramo ‘The Grants’ + “Tunnel”, o cuando le dio por poner el monólogo de ‘Ride’ junto a imágenes de sus distintas “eras”(jé), antes de interpretar esta canción en su tradicional columpio.

La elegida para cerrar fue ‘Young and beautiful’, ya a la altura de esos grandes temas de BSO que acaban comiéndose a su película cuando pasa el tiempo, y se convierten en un clásico. Ahí está ‘I will always love you’: estoy seguro de que, sobre todo en la franja 20/30, la mayoría no ha visto ‘El guardaespaldas’, pero conoce de sobra la canción interpretada por Whitney Houston. No es algo común, y suele estar reservado a las grandes. Es el caso, desde luego, de quien es ya por méritos propios una de las grandes artistas de nuestro tiempo.

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Publicado por
Pablo Tocino
Tags: lana del rey