Música

Jimena Amarillo: «La barrera LGTBIQ+ que romper es no sentirme insegura de mi show en festivales»

Con motivo de la Semana del Orgullo LGTBIQ+, dedicamos el segundo capítulo de ‘Algo cambió…‘, nuestro podcast con Fundación SGAE, a los nuevos referentes del colectivo. En una breve primera parte del episodio, repasamos algunos de los primeros referentes del público homosexual, en relación con eventos históricos como Stonewall (1969) o la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades psiquiátricas por parte de la OMS (1990). Pero al margen de Judy Garland, Bronski Beat, George Michael o k.d. Lang, hablamos de cómo el siglo XXI ha sido definitivamente el de la explosión de nuevos valores, como fueron Scissor Sisters, Rufus Wainwright o ANOHNI, además con cada vez menos necesidad de definirse. Tenemos a Sam Smith, Troye Sivan, Kae Tempest, Ethel Cain o Kim Petras. Incluso a una nueva generación de artistas de Operación Triunfo, como Álvaro Mayo, Martin y Juanjo.

En este episodio no descuidamos la historia de himnos clásicos como ‘A quién le importa’ o ‘Born This Way’, pero contamos con Alberto Jiménez de Miss Caffeina y con Jimena Amarillo para hablar de nuevos referentes abiertamente LGTBIQ+. Jimena Amarillo habla de la influencia de Young Miko y Ptazeta entre las lesbianas de nueva generación, mientras Alberto elogia el trabajo pionero de Skin de Skunk Anansie.

Sobre por qué las playlists del Pride Month están llenas de artistas femeninas heterosexuales, Alberto considera que «la gente de una generación está acostumbrada a llegar a la cultura queer a través del mainstream de las divas». Fue lo que ocurrió en su momento con ‘Truth or Dare’ de Madonna. «Se encumbraba a las divas pop, pero eso debería cambiar porque ahora hay un montón de artistas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales… que tienen repercusión. Y ahora hay que darles el sitio”.

Jimena Amarillo cuestiona a los artistas que no se atreven a salir del armario, reconociendo la importancia de la obra y actitud, por ejemplo de Nina Emocional. “Yo soy lesbiana y hago música y no sé qué va antes de las dos cosas. Aprovecha ese altavoz porque estás cambiando la historia de la música. Eso cala mucho”. En cambio, Alberto reconoce que comenzó escribiendo en género neutro: «Se nos exige una valentía que no todo el mundo tenemos. No todo el mundo puede ser valiente». Finalmente, en 2009, cuando le invitaron a un podcast sobre sexo decidió acudir con naturalidad en lugar de decir “soy gay”. «Me aconsejaron mucho que no lo dijese. Y fue una conversación a tener», reconoce, mientras Jimena Amarillo no da crédito.

Ambos artistas hablan de cómo canciones propias se han convertido en referentes para otros, a su vez. Fue el caso de ‘Cafeliko’ en la discografía de Jimena, aunque ella prefiere ahora mismo otras canciones de su repertorio actual. Alberto, por su parte, nos cuenta sobre ‘Reinas’: «Me he sentido extraterrestre en según qué camerino de qué festivales. Mis referencias pop no las traía a la banda porque eran muy maricas. Tiempo después hice ‘Reinas’. Sinceramente no sabía que iba a traerme cosas tan bonitas y ahí fue cuando me di cuenta de que tenemos este altavoz y puede servir para algo». En otro momento, reconoce: «A veces te sientes el marica del indie».

Alberto cree que casi 20 años después del matrimonio homosexual en España, aún «hay mucha homofobia y transfobia, no veo que haya evolucionado tanto». Y Jimena tiene una reivindicación que hacer en festivales: «no sentirme insegura de mi show. No ir a cantar y sentirme insegura, es un poco fuerte para alguien que va a un festival. Preguntarte si a esta gente le gustaré. Porque la gente que hay en algunos festivales, ¡madre de Dios!».

En la última parte del podcast, Rubén Gutiérrez, director de Fundación SGAE nos habla de las exposiciones, entregas de premios, actividades que han realizado históricamente con artistas como Samantha Hudson, PUTOCHINOMARICÓN, Rocío Sáiz, David Bastidas, Mayte Martín… e informa sobre espacios para la diversidad disponibles, no porque estemos en el Orgullo o dependa de un trabajador circunstancial, sino «según los códigos aprobados por los órganos de gobierno». Sin embargo, apunta a que son más habituales las actividades con el mundo del cine, la danza o el teatro, por lo que debatimos por qué la música LGTBIQ+ no quiere asociarse tanto, por ejemplo en torno a un ciclo.


Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Sebas E. Alonso