El rápido salto a la fama de Gracie Abrams y su impresionante currículum salta inmediatamente a la vista. ‘The Secret Of Us’, su segundo álbum, con el que está obteniendo excelentes números, llega tan solo un año después de que lo hiciera su debut ‘Good Riddance’. Entre tanto, ha recibido una nominación a los Grammy a Mejor Artista Revelación, ha sido telonera del Eras Tour de Taylor Swift en Estados Unidos, y ha trabajado en ambos discos con Aaron Dessner, uno de los productores más exitosos del momento gracias a sus múltiples colaboraciones con la Reina Midas del pop mundial.
Ante un despegue tan meteórico a las grandes ligas comerciales, es inevitable cuestionarse el origen de todo esto: Gracie es hija de J.J. Abrams, director de varias entregas de ‘Star Wars’ y ‘Star Trek’. La condición de nepo-baby no tiene que influir a la hora de valorar la música de ningún artista, pero al escuchar ‘The Secret of Us’ es tan evidente el crucial papel que ha jugado su privilegio al crearlo que es difícil no arquear la ceja.
El alto presupuesto de las producciones es perceptible de principio a fin, haciendo que todo suene perfectamente calculado y limpio. A veces demasiado, sobre todo cuando hay una falta tan clara de estilo y personalidad propios. La cantante muestra una carencia evidente de rumbo, siendo incapaz de llevar su máxima referencia sonora -Taylor Swift- a un espacio personal.
No cabe duda de que Gracie Abrams es una aplicadísima estudiante de la escuela Swiftiana, pero está cegada por su figura hasta un punto que resulta casi paródico. El mismísimo título parece un guiño a ‘The Story of Us’, y el disco entero se mueve entre los tumultuosos romances adolescentes de ‘Speak Now’ y los mundos impregnados del sello “Dessner” de ‘folklore’ y ‘evermore’. Por si fuera poco, Swift no solo aparece figuradamente en cada nota del álbum sino que también es la artista invitada en ‘us.’, oficializando así el amadrinamiento a su nueva pupila favorita. El dúo no aporta demasiado a la narrativa del proyecto, pues ni es una composición particularmente inspirada, ni las susurrantes interpretaciones vocales la llevan a ser algo memorable.
Ese sentimiento se extrapola a todo el proyecto, lleno de melodías agradables e intenciones cándidas cuyo impacto es prácticamente inexistente. Abrams habla sobre rupturas y amores frustrados a través de clichés que no revelan demasiado ni de su mundo interior ni de su identidad como artista.
El álbum comienza con ‘Felt Good About You’, una canción con influencia folk aderezada con ligeras notas de violín y un predecible crescendo impulsado por animadas percusiones donde Abrams narra una decepción amorosa. En ‘Risk’ versa sobre tirarse a la piscina del amor; “he oído que el riesgo es ahogarse pero voy a tomarlo” canta en un animado estribillo que, por supuesto, parece sacado del repertorio de su ídolo, pero también cuenta con cierto aire de Mumford and Sons en su instrumentación. Tercera en la secuencia, ‘Blowing Smoke’ mejora ligeramente el nivel gracias a una bonita melodía de guitarra.
Sin embargo, ‘The Secret of Us’ no tarda en volver a caer en un sonido tan genérico y deudor de sus referencias que hace que la escucha se haga cada vez más monótona. El disco alcanza su punto más bajo con ‘Good Luck Charlie’, una soporífera balada que expone su limitado registro vocal y el largo camino que le queda por andar artísticamente. Por fortuna, las dos últimas pistas consiguen dejar un mejor sabor de boca. ‘Free Now’ hacia la mitad despega con un muy necesario cambio de ritmo, mientras que el cierre con ‘Close To You’ se encarga de aportar el toque más pop y enérgico del proyecto, y aunque no sea una canción particularmente contagiosa, se siente como un oasis en mitad del desierto.
‘The Secret of Us’ dará muchas alegrías comerciales a Gracie Abrams, pero no materializa en absoluto las promesas de la irrupción de una artista de envergadura en el panorama del pop mundial. El tiempo dirá si con futuros proyectos lo consigue; lo que parece claro de momento es que le vendría muy bien escuchar un poco menos a Taylor Swift.