Música

Camila Cabello / C,XOXO

Una mala noticia y una buena sobre el nuevo disco de Camila Cabello. La mala -aunque no sorprendente- es que ‘C,XOXO’ tampoco graduará a Cabello a la siguiente liga del pop a pesar de contar con el respaldo de toda la industria. Su single principal, ‘I Luv It’, ha funcionado a modo de “buzz single”, sobre todo en redes, pero no ha producido ningún impacto en el mundo real. El siguiente single, ‘He Knows’, ha pasado completamente desapercibido a pesar de haber contado con la colaboración de Lil Nas X, de haberse enviado a radios y de haberse promocionado con un videoclip bastante chulo escrito en torno a la historia de dos amigos que se pelean por un ligue.

La buena es que ‘C,XOXO’ musicalmente tiene algo que decir al apostar por un sonido que se desvía de la fórmula. El parecido de ‘I Luv It’ con cualquier producción de Charli XCX salta a la vista, pero su estribillo rallante termina teniendo gracia. No tanto el verso murmurado del artista invitado, Playboi Carti, que parece haber improvisado su parte sin demasiado esmero.

De ‘C,XOXO’ llama la atención la claridad de sus influencias. Junto a El Guincho y Jasper Harris, sobre todo, Cabello ha facturado un sonido fresco y efervescente que se mira en la estética de ‘MOTOMAMI’, ‘Caprisongs’, Frank Ocean y otras formas urbanas actuales. La secuencia de ‘C,XOXO’ pretende ser igual de libre y “rebelde” saltando de un estilo a otro sin demasiada reflexión, y el diseño sonoro renuncia deliberadamente a la pulcritud típica del pop optando por un estilo -engañosamente- maquetero que juega con la disonancia y el feísmo en puntos concretos. Por ejemplo, en el piano de ‘Chanel No. 5’ o en los teclados desafinados de ‘June Gloom’. A los interludios -5 en total- parece darles igual si aportan algo o no.

El concepto tipo diario, de ideas esbozadas, de ‘C,XOXO’ juega a favor de Camila a veces y otras no. El exuberante inicio del disco, en especial ‘He Knows’, que coquetea con el house sudafricano incorporando un mareante sample de Ojerime, llevándonos a las calurosas noches de Miami en las que Camila se inspira, da paso a una inesperada -y muy bonita- balada acústica, ‘Twentysomethings’, y este cambio abrupto de estilo es un acierto. Y más acierto es que la siguiente canción sea una deconstrucción twerk llamada ‘Dade County Dreaming’ que pone a City Girls

en el papel de escandalosas anfitrionas.

Pero la “rebeldía” de Camila -ella ha usado esta palabra- puede salirse de madre cuando Cabello termina pareciendo la artista invitada en su propio disco. En el jaleo de ‘Dade County Dreaming’ sus propias invitadas le comen la tostada, y tiene delito que Drake no solo aparezca en la disfrutona ‘Hot Uptown’, sino que también se quede un interludio completamente él solo. Las colaboraciones de ‘C,XOXO’ funcionan de manera individual, pero, en el contexto del álbum, hacen que Camila se pierda en la multitud.

Si la personalidad de Camila fuera arrolladora, si ella fuera realmente una “chica mona con la mente perversa”, como canta en ‘Chanel No. 5’, la autora de ‘Familia’ habría sabido orquestar el talento de todos estos artistas en torno a su figura, pero en ‘C,XOXO’ termina pareciendo una colaboradora más. En el interludio ‘pink xoxo’, de hecho, se nota más la firma de PinkPantheress que la suya. En ‘Chanel No. 5’ la influencia de Frank Ocean es evidente en forma y fondo. Claro que Ocean no habría rimado “origami” con “Murakami” y “wabi-sabi” como hace Camila en la letra.

Porque en el mundo de ‘C,XOXO’, Camila es una “experta de la pista de baile”, una “Barbie de Miami” y una “chica cubana con las uñas hechas”. Puede que las canciones de ‘C,XOXO’ no transmitan una personalidad abrumadora, pero a Camila se la nota en su salsa jugando a ser todos estos personajes, y se la percibe igual de conectada consigo misma cuando se pone guatequera (‘Dream-Girls’) como cuando pone el dedo en la llaga de su propia vulnerabilidad (‘Twentysomethings’).

‘Dream-Girls’, una bailonga aunque olvidable adaptación reguetonera de ‘Shawty is a 10’ de The-Dream, y el latin house de ‘Pretty When I Cry’, ponen la nota (más o menos) bailable en un disco que se reserva su mayor destello de genialidad para el final: la preciosa balada ‘B.O.A.T.’ samplea ‘Hotel Room Service’ de Pitbull aunque jamás lo hubieras adivinado. Al transformar un hit dosmilero en un distante recuerdo del pasado, Camila y sus productores demuestran que, cuando quieren, pueden ir muy lejos. En ‘C,XOXO’ la propia visión de Camila no va más allá, pero, en el camino, ella, sus productores y sus artistas invitados no olvidan hacerte pasar un buen rato.

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Publicado por
Jordi Bardají