Música

Janelle Monáe sirvió coño a 35º en Mad Cool

Solo un FOMO de manual pudo llevarnos a Villaverde Alto a las cinco de la tarde, a 35º que parecían como mínimo 40. Pero el calor extremo a las 17:40 en plena explanada no impidió que un número más que decente de personas se acercara a ver a Soccer Mommy, abriendo la primera jornada de Mad Cool.

La cantante lleva ya unos cuantos años siendo una de las artistas mejor valoradas en el indie rock, y su breve pero efectivo set fue una muestra de ello. Rodeada de su banda, Sophie Allison ofreció un sonido sólido y envolvente que incluso logró que el sol abrasador que perforaba sin piedad las cabezas de los asistentes se hiciera más llevadero. Canciones de hace varios discos, como el dream pop ultra-noventas de ‘circle the drain’ o la balada lo-fi ‘scorpio rising’, se alternaban con las texturas más oscuras de su último álbum publicado, ‘Sometimes, Forever‘. También hubo espacio para presentar su reciente e íntimo single de guitarras, ‘Lost’. El concierto lo culminó su tema más popular, el irresistible caramelo bedroom pop que es ‘Your Dog’: un buen broche final para un proyecto que cada vez suena mejor. Fernando García.

Odio continuar con la conversación de ascensor, pero es increíble que una artista del nivel de Janelle Monáe tuviera que vérselas con el calor que hacía a las 7 de la tarde. Sus innumerables modelos no lucían porque la visibilidad de las pantallas con el sol de frente es casi nula. Aun así, la artista consiguió levantar la cosa en el Escenario 1, siendo capaz de reunir cada vez más público, cuando podía haber pasado exactamente todo lo contrario: que la gente se marchara a la desesperada para buscar una sombra.

Monáe apareció entre flores, de las que se desprendió después para quedarse en body y lucir tipazo. La sensación de que la cantante estaba sirviendo coño no estaba en nuestra mente perversa. ‘Lipstick Lover‘, como su vídeo, se convirtió en una reivindicación de la vagina. El vestuario de Janelle en forma de «pussy», con unas piernas que abría y cerraba sensualmente, así como su movimiento final haciendo la tijera con la lengua no dejaron lugar a la imaginación. Más de lo mismo, pero con otro modelito, vimos en ‘Yoga’. Y en otro momento incluso la artista se sacó una teta. Está ella en una etapa más hedonista de su vida, reivindicando su sexualidad y su identidad, pero en verdad el show brilló por más cosas.

Al contrario que Dua Lipa, a Janelle Monáe sí le apeteció defender su último trabajo, que de manera muy ilustrativa se llamó ‘The Age of Pleasure’, y consiguió llamar la atención comenzando con una espectacular salida, protagonizada por una banda con mujeres -a destacar vientos y coros- y ‘Float’, ‘Champagne Shit’ y ‘Phenomenal’. También ofreció una interpolación de ‘We Will Rock You’ de Queen. ‘Q.U.E.E.N.’ es por otro lado una reivindicación de su pasado, como la imprescindible ‘Electric Lady’. En la coreografía de ‘Make Me Feel’ recordamos lo influida que estaba Janelle Monáe por Prince y Michael Jackson desde el principio, y finalmente se entregó a más cosas seguras como ‘Tightrope’. Ante todo, un exquisito concierto en lo musical, con trazos de soul, R&B, reggae, bossa nova…

En los últimos minutos de set, Janelle Monáe tuvo unas palabras «contra el fascismo y la homofobia, a favor de la gente inocente de Gaza». Exactamente dijo: «No os voy a decir a quién tenéis que votar, pero yo voy a votar a quien apoye a los marginados, por los que estén más marginados que yo». Tras estas palabras, fue todo un trago dirigirse a un escenario llamado Comunidad de Madrid. Pero ahí y no en otro lado habían programado a los pobres Garbage.

Garbage venían de hacer un concierto histórico en Razzmatazz, Barcelona. Así me lo habían advertido un par de lectores a través de Instagram. El grupo de Shirley Manson y Butch Vig desplegó una energía aún mayor que en otras giras (pienso por ejemplo en su anterior concierto en Mad Cool) y pese a que también ella tuvo que sufrir un calor insoportable a través de su cargado modelito. «No estoy acostumbrada a este calor. ¡Pero que yo siempre he sido gótica!», bromeó.

El grupo empezó por canciones más desconocidas, como ‘Godhead’ y ‘The Men Who Rule the World’, que sirvieron para que el público se fuera metiendo en su sonido contundente y abrasivo, terminando este de volverse loco cuando empalmaron ’Stupid Girl’, “Paranoid”, ‘Cherry Lips’ y ‘Special’. Algunas sonando en nuevas versiones, con nuevos ligeros trucos de percusión o mezclas más de directo, sin que ninguna perdiera su esencia.

Shirley se paseó entre el público, destrozó un poco ‘When I Grow Up’ pero a nadie pareció importarle, soltó su “speech” sobre el tiempo en ‘Only Happy When It Rains’ y cerró con esa apisonadora llamada ‘Push It’. Fue muy generosa diciendo que le hacía mucha ilusión compartir escenario con Smashing Pumpkins, pues fue el primer grupo con el que giraron, porque se merendó realmente a Smashing Pumpkins.

Javier Bragado

Las canciones escritas por Billy Corgan no eran peores que las de Garbage. De hecho, en la prensa se vendió erróneamente todo lo contrario. El signo de los tiempos ha jugado en favor de los de Shirley Manson, y el carisma que esta desprende, incluso con gafas de sol, no es comparable al que pueda tener un tipo con sotana en 2024. Los paseos por el escenario de la ahora co-vocalista de Smashing Pumpkins Katie Cole añaden confusión al asunto, por momentos recordando más que nada a una puesta en escena eurovisiva; y la versión inexplicable de ‘Zoo Station’ de U2, pasada por el filtro de Safri Duo, no suma.

Con todo, aún ’Today’, ‘Tonight, Tonight’, ‘Bullet with Butterfly Wings’ o ‘1979’ dejan 100% boquiabierto, y aquel momento en que Smashing Pumpkins decidieron ser electrónicos (grande ‘Ava Adore’) arrancan una sonrisa. También las muchas, muchísimas, camisetas con el nombre del grupo que se ven por el recinto.

A la misma hora, la gente joven y popera disfrutaba del show en dos alturas, con músicos de verdad y la entrega total de Rels B que hace muy poquito vimos en Mallorca. El número de móviles arriba durante ‘La vida sin ti‘, sin Lia Kali, certificaron que es su nuevo gran clásico. Tuvo menos público, eso sí, que los Smashing, volviendo a poner sobre la mesa que cualquier cosa relacionado con lo urbano, no es el plato fuerte de este festival: recuerdo ver aquí un show de Post Malone, nada menos, algo desangelado.

Gran jornada de Mad Cool, pues, para sus 55.000 primeros asistentes, Will Smith y Aitana incluidos (él fue a ver a Janelle Monáe, ella cantó con Tom Odell), en la que artistas de primer nivel impidieron que nos acercáramos a escenarios más pequeños. En tan inhóspito polígono de Villaverde Alto, al salir la probabilidad de escuchar a alguien decir «esto parece ‘Walking Dead'» siempre es de 1. Pero aunque parezca mentira, en 45 minutos ya estábamos en casa. El metro de Madrid vuela, cuando se pone. Sebas E. Alonso.

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Publicado por
Sebas E. Alonso