The White Stripes se encuentra entre los artistas que han protestado públicamente por el uso de su música en la campaña presidencial de Donald Trump. Trump ha usado ‘Seven Nation Army’ en un vídeo de campaña publicado en redes sociales, y Jack White ha afirmado rotundamente que no aprueba el uso de su canción por parte del candidato republicano.
De hecho, la historia se repite, pues Trump ya metió mano a ‘Seven Nation Army’ durante su primera campaña presidencial de 2016. Entonces, los White Stripes se mostraron «asqueados» por el uso de su canción por parte de Trump.
Esta vez, Jack White había prometido denunciar a Trump por su apropiación no autorizada de ‘Seven Nation Army’ y finalmente ha dado el paso. TMZ recoge la demanda, que cita a Jack y Meg White, es decir, a los dos integrantes de White Stripes, como querellantes y a Trump y a su equipo de campaña como acusados.
En el documento, Jack y Meg White indican que el uso de ‘Seven Nation Army’ por parte de Trump constituye hasta «seis casos de infracción de derechos de autor», y detallan que Trump y su equipo de campaña han «decidido ignorar» sus intentos de resolver el asunto antes de tener que recurrir a los tribunales. El texto, además, subraya la disparidad ideológica entre White Stripes y Trump, señalando que White Stripes «se oponen vehemente a las políticas aplicadas por Trump durante su presidencia y a las que ha propuesto para el segundo mandato que está buscando». Según TMZ, White Stripes quieren llevar a Trump a juicio.
Solo en las últimas semanas artistas como Beyoncé, Foo Fighters, ABBA o Céline Dion, además de White Stripes, han exigido a Trump que deje de usar su música en campaña. Beyoncé llegó a enviar un «cease and desist» al candidato republicano.