Música

Hinds / Viva Hinds

La última crisis de Hinds ha sido mucho peor que su cambio de nombre de hace una década: el grupo ha perdido a la mitad de sus integrantes, pasando a ser un dúo, y ha cambiado de management. Este año, en un concierto, han llegado a anunciar que están “arruinadas” (indicando que siguen siendo “millonarias en la amistad”). En las entrevistas, Carlota Cossials y Ana Perrote hablan de cambios internos y externos y de haberse topado con mil y un obstáculos por el camino. Ahora dicen estar “en el otro lado”, contentas con haber seguido, es decir, con no haberse separado, y felices de haber grabado un nuevo disco, ‘Viva Hinds’, que acaba de salir a la calle.

Dicho de otra manera, Hinds podría haber dejado de existir, y hay que celebrar, por un lado, que sigan entre nosotros y, por otro, que su nuevo disco está muy bien. En ‘Viva Hinds’ el dúo radicado en Madrid logra extender la frescura de sus inicios hasta su cuarto álbum, entrega un puñado de muy buenas canciones y suena mejor que nunca bajo la producción de un Pete Robertson que, tras haber trabajado con beabadoobee o los Vaccines, sabe sacar brillo a sus historias de desamores y palos vitales varios.

La tesis de ‘Viva Hinds’ parece ser la de reunir en un mismo disco diferentes sonidos de la historia del indie. Aún las guitarras -y las canciones- pueden llevar al garage de sus inicios, como ‘Coffee’, un “sincericidio” con olor a café y cigarrillos; o al Nueva York de sus colegas, los Strokes: a ellos suenan en ‘Boom Boom Back’ a pesar de ser Beck el artista invitado. Beck, icono, toca la guitarra y hace coros, como un músico de sesión más, en esta maja canción que nos invita a bailar con el “corazón roto”.

En otros casos las guitarras y melodías se suavizan empapándose de jangle-pop e indie-pop, en canciones que hacen buen uso de sus influencias como ‘The Bad, the Room, the Rain and You’, una composición tan enamorada que es casi dream-pop, como si se cayera presa de un sueño; o ese retrato de la disociación que es ‘Stranger’ junto a Grian Chatten. “Solo quiero escuchar ruido blanco en mi cabeza” es una letra que el líder de Fontaines D.C.

podría haber escrito.

Entre las novedades significativas en el repertorio de Hinds que introduce ‘Viva Hinds’ cabe mencionar un par. En primer lugar, una letra escrita completamente en español en ‘En forma’ que, sobre un ritmo trotón, lo mismo habla de tener la casa hecha un cromo que reflexiona sobre la maldad humana. Una canción divertida pero -opino- no mejor single que ‘Mala Vista’ a pesar de que esta no ha sido elegida para desempeñar tal función. Se trata de una de las canciones más pop de Hinds y también una de las más agridulces: la letra se dedica a una persona que les ha hecho sufrir, a la que llaman “rata criminal”, pero la música, con su simpático piano, suena feliz.

‘Viva Hinds’ además es un disco bien cerrado; literalmente empieza con un saludo y acaba con una despedida. ‘Hi, How Are You’ abre con guitarras crujientes vistiendo de punk garajero su homenaje declarado a Daniel Johnston. ‘Bon Voyage’, el corte final, recupera las guitarras del inicio pero las pone al servicio de una canción mucho más sosegada. En la pieza, dos personas se “hunden” en el mar pero lo hacen juntas, entonando una bonita melodía. Como el título de ‘Viva Hinds’, que parece un homenaje a las Hinds actuales, pero también un recuerdo de su legado, de lo lejos que han llegado a pesar de, bueno, todo; el álbum sabe a despedida pero también y, sobre todo, a comienzo.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: hinds