Música

Burgers, puros, una bota de vino… así son los conciertos de Alcalá Norte

Alcalá Norte son un caso. Uno ha ido a cientos y cientos de conciertos, y el grupo madrileño, una de las revelaciones clarísimas de la temporada, sabe ofrecer cosas que nunca se han visto. Para empezar, antes del show, se proyecta su hilo de Forocoches en una pantalla. Ahí leemos lo que a la gente le parece la banda. “Se parecen a Smashing Pumpkins” escribe alguien totalmente desnortado. Es solo uno de los divertidos mensajes: pocas veces los minutos previos a un concierto habían sido tan entretenidos.

Después, es el mismo batería Jaime Barbosa, quien se dirige directamente al micro para hacer los honores de presentar a la banda. Anima a la gente, lanza puros y reparte vino a través de una bota que rula por la sala.

El cantante Álvaro Rivas no gusta tanto de interactuar, se limita a mirar a la gente con esa sonrisa inquietante, parte del personaje que ha escrito esas letras sobre el desastroso mundo en el que vivimos. Por supuesto porta una camiseta del Real Madrid. Se bromea sobre el Barça.

El grupo madrileño sortea de una manera o de otra tener que llenar más de una hora de concierto con tan sólo un disco y tan corto. También se ayudan de versiones, como ‘10000’ de Los Planetas, revelando que Jota les había dado “permiso para hacer con ella lo que les saliera de los cojones”.

Pese a los dos sold outs con varios meses de antelación que el grupo ha conseguido este fin de semana en Teatro Eslava, al público le cuesta entrar, quizá porque la sala no es muy agradecida con los llenos absolutos: una parte siempre se queda fuera de la pista. Esperaba más delirio, más pogo. Jaime Barbosa llega a exclamar: “¡Echadle un poquito de ganas, hostia!”. ‘La sangre del pobre’, que suena en 7º lugar, es el primer tema que el público parece gozar de verdad, incluso aunque antes ha sonado la brutal ‘420N’, que habría jurado que levantaría a un muerto.

‘El rey de los judíos’ es otra de las más coreadas, con permiso de ‘La vida cañón’, que obviamente dejan para el final. Es una canción cortísima, que se hizo más corta todavía y podrían haberla alargado 10 minutos. Pero Alcalá Norte prefieren ser fieles a su sonido en el álbum.

Algún día sus directos serán mejores, más rugientes, quizá cuando acaben esta gira de 40 conciertos, cuando tengan más repertorio, pero sí pueden presumir de dejar varias imágenes recordables: como cuando Rivas canta ‘La calle elfo’ con una corona de laureles (Jaime le trolea ofreciéndose a cocinar con ella un pollo en pepitoria) o cuando se disfraza de rider para repartir burgers de verdad que la gente devora.

Ainhoa Laucirica

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Publicado por
Sebas E. Alonso