Después de los barcos, el sol y el exceso despreocupado de ‘CALL ME IF YOU GET LOST’, lo que nadie esperaba es que Tyler, The Creator hiciese un disco sobre las presiones e inseguridades de la edad. O quizás era el paso más razonable. «La gente teniendo hijos y familias, y lo único que tengo es un nuevo Ferrari», contaba Tyler en la presentación del disco.
Tyler Okonma lleva siendo famoso desde que cumplió la mayoría de edad, prácticamente. «Sistema nervioso agitado / Mucho antes de los 19», rapea en ‘Noid’. A sus 33 años, ha vivido mucho más que la persona media, y mucho más rápido. Sin embargo, prácticamente nunca había volcado este aspecto de su experiencia en la música. Según él, es el primer disco en el que es totalmente honesto: «He tenido que ponerme una máscara para sacar toda esa mierda».
Esta mierda de la que habla es su resistencia al compromiso, su miedo a la paternidad, el conflicto con sus raíces… Lo cierto es que Tyler da muchas vueltas al pensamiento de tener hijos. En ‘Hey Jane’, relata con detalle las complejas y contradictorias emociones que surgen tras un embarazo no deseado, tanto desde la perspectiva del hombre como de la mujer. Es una de sus canciones más atrevidas. Un rap reposado, sin florituras. Como ‘WILSHIRE’, pero más escuchable. Todo lo contrario a ‘Like Him’, un precioso y emocionante baladón con guitarra y sintes sobre parecerse a un padre que nunca ha conocido. «Mamá, estoy persiguiendo un fantasma / No sé quién es él», canta en el estribillo.
Tyler navega todas estas emociones con la ayuda de su madre, Bonita Smith, que va aconsejándole durante todo el disco. «Hagas lo que hagas, nunca le digas a ninguna zorra que la quieres», suelta antes de la dulce ‘Darling, I’, heredera total del sonido de ‘IGOR’. El objetivo es volver a casa, a ‘CHROMAKOPIA’ (un lugar lleno de color), mientras Tyler intenta ordenar todos estos pensamientos. «¿Mantengo la luz o me retiro con dignidad?», se pregunta en la épica ‘St. Chroma’.
El problema es que este hilo conductor va y viene a gusto del creador, nunca mejor dicho. En ‘Take Your Mask Off’, tema clave del álbum, Tyler llega a una especie de resolución: «Eres jodidamente envidioso / Por eso tienes miedo de ser padre». Sin embargo, en la acústica ‘Tomorrow’, la siguiente en el tracklist, da un paso atrás: «Estoy ganando peso y me gustaría descansar / Pensar en hijos me da estrés», cuenta, dándole la vuelta a lo mismo una vez más. En el plano musical, esta tampoco lo compensa.
Para su séptimo disco, Tyler rompe con sus propias tradiciones: lanzar un disco cada dos años, que la 10ª canción sea doble… Sin embargo, en lo musical incorpora todo lo aprendido hasta ahora y lo lleva un paso más allá.
‘CHROMAKOPIA’ es sofisticado, grandioso, sutil, salvaje y muy variado. Esta vez, los bangers tiene otro nivel de refinamiento, pese a que poco tengan que ver con el hilo narrativo del LP. ‘Sticky’ es un petardazo minimalista y ‘Thought I Was Dead’, con sus disonantes sintes, es una experiencia visceral. Por no hablar de la espectacular intro de ‘NOID’, en la que participa WILLOW.
‘I Killed You’ y ‘Judge Judy’, ambas con la colaboración de Childish Gambino, destacan como las piezas más sorprendentes, tanto en forma como temática. La primera es una frenética reflexión sobre la relación de la comunidad negra con su pelo natural, el cual suelen tener que ocultar. De hecho, es la primera portada de Tyler en la que su pelo está al descubierto. Ritmos tribales, vientos de bolero cubano y un cambio de mood que nos lleva directamente a la playa se intercalan a la perfección. La segunda, por otro lado, es un trágico cuento sobre la virtud de no hacer juicios anticipados. Construida en torno a la guitarra de Steve Lacy, se trata de Tyler abriendo nuevos caminos en su música.
Lo malo de ser un artista con la visión tan amplia es que los fans malinterpreten tu disco más personal y real como simplemente un aburrimiento, que vaticino que es lo que ocurrirá. Yo estoy más de acuerdo con las palabras de la madre de Tyler en ‘I Hope You Find Your Way Home’: «Estoy orgullosa de ti, hijo. Es que nunca dejas de sorprenderme. Sigue brillando».