Finneas Baird O’Connell se ha hecho un hueco en la industria por las producciones para su hermana Billie Eilish, pero también para otros artistas como Tove Lo o girl in red. En cambio, su carrera en solitario no termina de conquistar al público ni a la crítica, al menos no de la misma manera. Su debut largo ‘Optimist‘ (2021) no gustó nada a mi compañero Jordi, y con este ‘For Cryin’ Out Loud!’ casi que tengo que darle la razón, aunque haya una leve mejoría.
Seamos honestos: si no conociésemos sus producciones para otros, quizás no juzgaríamos la música de Finneas de la misma manera (también es cierto que, si no conociésemos sus producciones para otros, quizás no escucharíamos). Pero es que es llamativo cómo la misma persona que nos da, no ya las producciones de su hermana, sino de ‘bikini porn’ por ejemplo, para su propio disco la plantea de manera tan convencional. No es que esté mal, pero (salvo excepciones como la segunda parte de ‘Sweet Cherries’) es bastante intrascendente al lado de sus otras producciones. Y algo similar pasa con las canciones en sí: no es que estén mal, pero si a esas producciones se les suman unas melodías y letras no especialmente inspiradas, por mucho que Finneas tenga una voz bonita, el resultado es esto. En sus mejores momentos puede acercarse a los temas de Harry Styles, pero en realidad orbita todo el rato más cerca de Niall Horan, para entendernos.
El tema letras no ha tenido mucha mejora desde el anterior disco, y ahí tenemos eso de “I’ve been waiting for ya like you’re Sunday morning / like you’re coffee pourin, I want more of you” en ‘What’s it gonna take to break your heart’ (con coros de Lucy Healey), que resulta un tanto aburrida. O ‘Same Old Story’, donde parece que Finneas quiera ser Damien Rice. El álbum es más uptempo que el anterior, adentrándose en el soft rock en temas como ‘2001’ (donde, en cierto momento, la melodía recuerda a ‘Rain’ de Mika
), y puede recordar bastante a Rex Orange County o incluso a Coldplay en temas como ‘Lotus Eater’, una de las mejores del largo.También funciona bien ‘Starfucker’, pese a lo raro de iniciar el álbum con una temática así, o ‘Cleats’, en la que cuenta su amor no correspondido por una amiga lesbiana en el instituto con bastante gracia y ternura: “but it’s all the same to you / when she’s standing in your room / on and endless afternoon / and the summer’s over soon”. Aunque la mejor es ‘Family Feud’, curiosamente sobre su hermana Billie. “And you’re only twenty-two / and the world is watching you / judging everything you do (…) and you’re only twenty-two / and there’s nothing I can do / I made mistakes, you’ll make ‘em too”, canta Finneas en una canción que incluye referencias a Pepper (el perrito que ambos tenían y que murió este verano). Nos llega como una composición realmente honesta mientras habla de ese crecimiento compartido y de que ambos “somos adultos ahora”.
Pero, en general, al escuchar ‘For Cryin’ Out Loud!’ uno no puede evitar acordarse de ciertas declaraciones de El Guincho sobre Björk de las que hablábamos hace poco. ¿Quizás Finneas es un productor excelente para otros artistas, pero bastante menos infalible a la hora de hacer un disco entero de temas propios? Puede que en unos años su tercer disco nos haga tragarnos nuestras palabras, pero, por ahora, es lo que parece.