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El noir con sabor a fresa de Desire encandila a Barcelona

Desde 2011 ha sido imposible referirse al tipo de synth-pop nocturno que imagina largos viajes en coche y paisajes de luces de neón sin mencionar la palabra ‘Drive’ (2011). La película y, especialmente, su banda sonora, han sido lo suficientemente influyentes como para guiar la carrera del mismísimo The Weeknd y para popularizar todo un movimiento musical llamado synthwave. Aquella banda sonora contenía composiciones de Cliff Martinez y canciones, desde entonces, tan famosas como ‘Tick of the Clock’ de Chromatics, ‘Nightcall’ de Kavinsky o ‘Under the Spell’ de Desire, todas entregadas a la magia y el misterio de la noche. La aparición de Chromatics en un episodio de la tercera temporada de ‘Twin Peaks’ (2017) no podía ser más simbólica.

Imágenes de ‘Twin Peaks’, eso sí, de las temporadas clásicas de los noventa, se proyectan en la pantalla de la gira Games People Play de Desire, el dúo formado por Megan Louise y Johnny Jewel (ex Glass Candy y Chromatics) que este fin de semana ha recaído en España. En Barcelona, el concierto de Desire celebrado en la Sala Apolo, dentro de la programación de Nitsa, ha arrancado a una hora también simbólica, la una y media de la madrugada. ¿A qué hora si no cobraría vida esta música sumida en el enigma de lo nocturno?

Pero, casualmente, el directo de Desire, además de misterioso, también es divertido. Las canciones, como ‘Black Latex’ o ‘If I Can’t Hold You’, hablan de largos viajes en coche y de bailar toda la noche y, sobre todo, esperan enamoradas la llamada de la persona amada, entregadas a sus irresistibles grooves synth-pop y noir. En otras palabras, expresan un sentir rabiosamente adolescente… un sentir que Desire lleva a la autoparodia, en vivo, de diversas maneras.

Por ejemplo, Desire simula una conversación por teléfono usando sobre el escenario un teléfono antiguo de ruleta. En otro punto del show, Megan baila mientras sujeta una cabeza de calavera con las manos, porque el cine giallo también es una influencia del sello Italians Do it Better. En todo momento, a Megan se le dibuja una sonrisa en la cara. Contenta, canta y baila para el entregado público, mientras su tecladista a su derecha, y Johnny Jewel a su izquierda, se muestran estoicos.

Jordi Pérez (Redporteros)

Al final del set, justo antes del bis, Megan entrega flores al público, como celebrando su propio funeral. Megan entierra su corazón, pero ella seguirá bailando hasta que el cuerpo aguante: el concierto termina con el house-pop de ‘Drama Queen’, una canción tan inspirada en el ‘Vogue’ de Madonna que ni se molesta en disimularlo. En todo caso, el concierto acaba bien arriba.

Jewel hace la vez de animador en algún punto del show, invitando a dar palmas y, en otro momento de la noche, Megan y Johnny expresan complicidad simulando que se “disparan” el uno al otro. Pero Jewel permanece en casi todo momento agazapado, y pasaría desapercibido si su cazadora negra no tuviera pegados más pinchos que un erizo. En contraste, Megan viste croptop de color rojo cereza y falda negra, y remata su look con un lacito rojo: parece Audrey Horne en estilo otaku, reforzando el componente adolescente de su personaje. Un componente presente también en el maquillaje de lágrimas negras de Jewel.

En el repertorio de Games People Play Tour se suceden temas antiguos como ‘Don’t Call’ -con esa genial y dramática producción que tanto se crece en directo- y otros nuevos todavía inéditos que siguen pegados a la pista de baile. De hecho, no se puede decir que ‘Under Your Spell’ represente el clímax de un concierto que sabe pasar del puro anhelo de ‘Darkside’ a la euforia mecanizada de ‘Silver Machine’. En medio a Desire le cabe una acertada versión de ‘Bizarre Love Triangle’ de New Order que no desentona tanto en el setlist como podría parecer.

Jordi Pérez (Redporteros)
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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: desire