TVE ha afianzado su liderazgo en televisión durante la Nochevieja gracias a las Campanadas de David Broncano y Lalachus, que obtuvieron un 31.2% de cuota y 4.800.000 espectadores, agenciándose también el minuto de las uvas con 5.642.000 seguidores y 33.1% de share. La pareja formada por Cristina Pedroche y Alberto Chicote queda en segundo lugar con 28.1% de cuota y 4.345.000 espectadores, informa Vertele.
Broncano y Lalachus, estrellas de La Revuelta, ofrecieron unas Campanadas divertidísimas y llenas de espontaneidad, como ese momento en que, a gritos y con la ayuda de un megáfono, saludaron a su competencia Pedroche y Chicote, que presentaban el Año Nuevo en el balcón de al lado. El vestido de Pedroche -supuestamente elaborado con leche materna- fue la estrella de la noche en Antena 3 y hasta ha tenido su momento en las redes anglosajonas, pero más estrella fue su cara de poema cuando se percató de que le estaban gritando.
Las Campanadas de Broncano y Lalachus dejaron otros momentos memorables, en especial las palabras de Lalachus sobre las críticas a los cuerpos y las de Broncano sobre el problema social de la vivienda. Le faltó mencionar a Biznaga, que han tocado en La Revuelta.
La Nochevieja de TVE no se saldó sin una polémica, la de Lalachus mostrando una recreación de la estampita del Sagrado Corazón de Jesús con la imagen de la vaquilla de Grand Prix. Hazte Oír ha anunciado que denunciará a Lalachus, Broncano y al presidente de RTVE por este «acto de burla inadmisible» que considera una «ofensa religiosa».
El especial de Cachitos de Nochevieja se llevó un 14,8% de cuota, su mayor marca histórica, sumando 1.646.000 espectadores, aproximadamente 200.000 más que en 2023, pero sin superar la audiencia de 2022 (1.853.000). Las estrellas de Cachitos volvieron a ser unos rótulos imaginados por Pablo González-Batista y Alejandro Alcaraz que fueron de lo mordaz en su señalamiento a políticos como Ayuso, Yolanda Díaz, Feijóo o al PSOE en general, a lo emocionante cuando se dedicó un «rótulo en silencio» a Valencia.
La recuperación de una actuación de la banda Diseño de su canción ‘Problemas, no’, de 1984, para relacionarla con el pasotismo de Carlos Mazón durante el día de la DANA, fue uno de muchos tantos absolutamente geniales que se anotó Cachitos haciendo lo que mejor se le da, lanzar comentarios muy pertinentes sobre la sociedad o política actuales, mientras pone en valor la televisión musical del pasado. Ayuso recibió, a través de una pulla a su pareja por sus problemas con Hacienda, pero también se interrogó el sentido de la letra S en las siglas del Partido Socialista Obrero Español, cuando es capaz de retirar de otras siglas, LGBTQ+, una de sus letras, inventándose un problema donde no lo hay.
Perales cantando ‘¿Y cómo es él?’ como si se la dedicara a Begoña Gómez, Ana Mena presentando ‘Madrid City‘ en un imaginado tono de llamada de Isabel Díaz Ayuso que nadie podría en duda si fuera real, Jarcha cantando un nuevo himno para la Comunidad de Madrid (‘Libertad sin ira’… y sin sanidad pública) o Miguel Bosé existiendo en una época previa a su deriva extremista/conspiranoica ofrecieron otros momentos gloriosos durante un especial que volvió a recapitular el año con ingenio. Incluso se adelantó a los comentarios dejados en X de los que previsiblemente llamarían a TVE «marionetas de Sánchez», a pesar de que en Cachitos siempre recibe todo el espectro político por igual.
Unas horas antes de la medianoche, Cachitos calentó motores con su tradicional programa musical, esta vez diseñado junto al festival Love the 90s. Los presentadores Ángel Carmona, Ana Morgade y Fernandisco protagonizaron un especial cómico que se reía continuamente de sí mismo, escrito en torno al desarrollo del propio programa, en clave meta, y centrado en la falta de presupuesto de TVE para contratar a artistas de primer nivel y actuales como Karol G o Rosalía.
«Tenemos a Malú», clamó Ana Morgade, aunque Malú no estuvo. Love the 90s tiró de su cartel clásico llamando a estrellas «one hit wonder» del dance de los 90 como Haddaway, que ofrecieron una actuación algo desangelada de ‘What is Love’, Whigfield o Technotronic. En el lado nacional, Love the 90s hizo menos caso a su concepto y decidió ampliar su línea temporal hacia adelante y hacia atrás, invitando a OBK a cantar una canción del año 2000 y a Siniestro Total a cantar una canción de 1985. Ah, y a «Jenny de Ace of Base», que cantó sola, eso sí, una canción de 1993.
Entre actuación y actuación, a Cachitos le dio tiempo de incorporar una pertinente broma sobre el modelo de lenguaje desactualizado de ChatGPT por sugerir invitar al programa a Georgie Dann, muerto hace años, aunque lo de llamar a la plataforma «chat gepeto» se lo podrían haber dejado a José Mota; o sobre la reunión de Oasis, a los que «despidieron» de plató por no poder pagarles. Mención especial merece la labor del grupo de bailarines, a los que se dedicó un merecido protagonismo en pantalla aparentemente superior al habitual. Y no es de extrañar vistas sus elaboradas coreografías, que dieron vida a las actuaciones.