Suenan los primeros acordes de ’23’s a Baby’ y me parece estar viendo MTV en casa de mi padre en 1997. Puede acabar de sonar ‘1979’ de Smashing Pumpkins y ahora podría venir ‘Tom Courtenay’ de Yo La Tengo. Las guitarras de Blondshell ya nos llevaban a los años 90 en su homónimo debut de hace un par de años, en concreto a los primeros Radiohead en ‘Olympus’, y sigue siendo el caso de este segundo disco que acaba de salir al mercado.
‘Event of a Fire’, que llega a interpolar el tema que cerraba su primer disco, tiene un puente súper ‘Creep’. Ella misma dice que este álbum comienza con ‘Thumbtack’, justo donde terminaba el anterior.
El sonido hallado junto a Yves Rothman no es tan rugoso como el de Hole, Nirvana, o en Europa, PJ Harvey; aquí hay una filosofía más pop, lo cual unido a la sinceridad que gasta Sabrina Teitelbaum en sus letras la conecta directamente con la generación actual. De Taylor Swift a Billie Eilish, pasando por Phoebe Bridgers.
Ahí van unos ejemplos: en ‘What’s Fair’ habla sobre su relación con su madre, ya fallecida, y puede ser más complejo de lo que parece: «Siempre tenías una buena razón para opinar sobre mi cuerpo / No eres una persona perfecta, siempre hay algo mal». La relación con su cuerpo aparece en varias letras, especialmente en ‘Toy’: «no habré perdido mi cuerpo si me sale barriga / simplemente iré por ahí y me sentiré como un chico». Mientras ‘Model Rockets’ habla de su bisexualidad, ’23’s a Baby’ versa sobre el supuesto paso a la madurez, que nunca se termina de dar.
Muchos de los temas son explícitos sobre una relación tóxica. ‘T&A’, acrónimo de «tits and ass» en dudoso honor a un tema de los Rolling Stones (uno de ‘Tattoo You’), se pregunta: «¿por qué nunca me quiere la persona correcta?». Y ‘Thumbtack’ se tortura: «sigue jodiéndome la cabeza, porque no puede ser tan malo como lo que yo me hago a mí misma».
En esa recreación del sonido 90’s, casi siempre lo mejor de la canción es un riff de guitarra que introduce el tema o concluye un estribillo. Es muy perceptible en ‘T&A’, un tema que anticipa lo bien construido que está este disco, con las carencias muy bien disimuladas, porque sus gemas pop están muy bien repartidas. ‘T&A’ es la pista 2, la agitada ‘What’s Fair’, pista 4; ’23’s a Baby’, tan tonta como pegadiza, pista 7… y así hasta llegar a la final ‘Model Rockets’, el clásico cambio de acordes de cierre que aporta un toque poético a todo el conjunto.