Escapar de la «cultura del contenido» para «redescubrir la alegría de hacer música por amor al arte» ha sido la mejor decisión que ha podido tomar Sigrid para su tercer disco. ‘There’s Always More I Could Say’ huye de modas y se centra en ofrecer una concisa colección de chulos temas pop que suman media hora de música, pero en la que no sobra ni falta nada.
Ponía los dientes largos ‘Jellyfish‘, uno de los mejores singles de la carrera de Sigrid. Basado, de manera muy transparente, en el sonido de ‘Young Folks’ (2006) de Peter Björn and John, la canción encapsula el estilo alegre y edificante de Sigrid, contando la historia de dos pringados adolescentes que se atraen.
‘Fort Knox’ y ‘Two Years’ recurren a la música disco de corte retro: el primero por la vía de Dua Lipa, el segundo por la de ABBA, poniendo siempre en el centro la eficacia de una buena melodía, como tantas ha escrito Sigrid junto a su productor ejecutivo Askjell en este nuevo álbum.
Un disco «accidental de ruptura», nacido de las sesiones de grabación celebradas en un estudio rústico junto al puerto en Bergen, «Could Say» constituye la mejor obra de Sigrid en su sucesión de himnos. Es llamativa la presencia de guitarras esta vez, pero aunque ‘I’ll Always Be Your Girl’ y ‘Have You Heard This Song’ Before capturan la épica del arena rock, prevalece la lógica del infalible «hook» pop.
Esto es especialmente evidente en ‘Kiss the Sky’, que relata un amor tóxico entre guitarras muy Strokes, y en el himno indie pop ‘Do It Again’. Por suerte, Sigrid no olvida sus inicios y regala un pedazo de bop de pop escandinavo, ‘Hush Baby, Rush Slowly’, que captura la euforia del primer amor. Por qué esto no ha sido un éxito internacional, nadie se lo explica.
La balada a piano de rigor aparece en la pista titular, pero Sigrid elige que no cierre el disco, dándole cierto sentido al tracklist. De hecho, despide la obra la pieza más Fleetwood Mac, la galopante ‘Eternal Sunshine’, que, como el último álbum de Ariana Grande, se inspira en la famosa película para tratar de olvidar un amor. Sigrid quiere «borrar» a esa persona de las letras que le ha dedicado, pero quizá, si hiciera eso, no existirían estas estupendas canciones.
