Este año viene barroca la Navidad. En el sexto disco de Anna von Hausswolff «los animales chillan», el saxofonista y multiinstrumentista Otis Sandsjö se deja la piel y la artista sueca proclama: «he roto con el lenguaje, buscando algo más grande que eso». No seré yo quien se atreva a decir que ‘ICONOCLASTS’, así en mayúsculas, no da con ello.
Anna von Hausswolff, que ha colaborado con gente como Swans y Sunn O))), no abandona los drones. En sus mejores momentos, ‘ICONOCLASTS’ es el vivo retrato del nivel de locura al que puede llegar el ser humano. El álbum habla sobre «el desamor, la ruptura, la tristeza y el anhelo» dejando pasajes de tan dudosa salud mental como ‘Struggle with The Beast’. Si la intro instrumental del álbum nos presentaba a la «Bestia», esta canción de casi 9 minutos la desarrolla.
La letra de ‘Struggle with the Beast’ es explícita: «llamé al hospital esta mañana, con la sensación de estar volviéndome loca, de estar perdiendo el control». Este texto en que nuestros ojos dejan de ser humanos, y los ángeles se asoman, viene acompañado de esos truculentos arreglos de saxo, pero atención también al espléndido trabajo de baterías, siempre entendiendo por «espléndido» el acabado expresionista de la producción, nunca el caos retratado, que es escalofriante.
Anna escribió este tema inspirada en el episodio de psicosis que experimentó una amiga suya, tan fuera de sí que le pareció que habitaba un universo paralelo. «Me alegro de que se haya recuperado, pero me hizo reflexionar sobre lo vulnerables y complejos que somos. Todos tenemos capas de traumas sin resolver y verdades sin decir».
Y sin embargo, entre todo este «trauma», ‘ICONOCLASTS’ es una de las mayores aproximaciones al pop de Anna von Hausswolff. Las partes más apabullantes de «Struggle» se quedan desde la primera escucha. Por suerte o por desgracia, hay un leit motiv. Como también atrapa el corte titular, un tema de más de 11 minutos en el que la artista pretende romper con «ídolos, estructuras y creencias» que alguna vez tuvieron un significado decisivo en su vida. Eso incluye haber «buscado respuestas en lugares equivocados» y el devenir voluntario o involuntario de los propios padres. «Perdona a tu madre por hacerse mayor / perdona a tu padre por haberse vuelto tan frío», dice la letra.
Si las referencias de Anna von Hausswolff suelen estar más bien en el camino de Steve Reich, el último David Bowie o Brian Eno, este último en ‘An Ocean of Time’, cuya letra repite simplemente que tiempo es justo «lo que no tenemos»; el álbum esconde temas definitivamente más accesibles. ‘Stardust‘ -la canción de los animales chillando como en el apocalipsis- no es que esté cerca de Kate Bush, es que es casi bailable y un contraste muy necesario tras ‘The Mouth’. ‘Facing Atlas’, sobre los riesgos del compromiso y estar atado a algo de lo que pierdes el control, no dista tanto de lo que podría ser un tema de M83.
Las colaboraciones, músicos aparte, apuntan a ese lado. Su hermana y cineasta Maria la acompaña en la eclesiástica ‘Unconditional Love’. Iggy Pop aporta su registro más grave en ‘The Whole Woman’, que se define como «una canción de amor para el hombre que sabe escuchar, y para la mujer lo suficientemente valiente como para sumergirse». «¿Me querrás como la mujer que soy?», se pregunta Anna.
También son bellísimas las cuerdas en ‘Aging Young Women’, el tema junto a Ethel Cain que versa sobre el paso del tiempo y familias que lo parecen todo pero de las que no quedará nada. Nadie mejor que la autora del complejo ‘American Teenager‘ para reflexionar sobre ello.
Las aportaciones de Otis Sandsjö son una barbaridad y para muestra la calidad de instrumentales como ‘Consensual Neglect’. Pero la expresividad de Anna von Hausswolff no se queda atrás. Atención al momento en que en ‘Struggle with the Beast’ grita eso de «People are dying while I’m playing dead». Son auténticas «bestias» las que nos rodean, y muchas veces las tenemos en casa, incluso les hemos rendido pleitesía, como sugiere el título del álbum. Con una producción apabullante y grandilocuente, von Hausswolff les planta cara.