Música

Sharp Pins / Balloon Balloon Balloon

Kai Slater, vocalista de la banda de noise rock Lifeguard, solo tiene 21 años, pero nadie lo diría escuchando su música, que no solo se apoya en unos referentes de hace varias décadas, sino que lo hace con una sofisticación y un buen gusto que muchos músicos mucho más experimentados desearían tener. Su tercer álbum en solitario, ‘Balloon Balloon Balloon’, va un paso más allá del sonido power pop a lo Guided By Voices de su predecesor, el celebrado ‘Radio DDR’ (reeditado este año tras su lanzamiento independiente el año pasado), para adentrarse de lleno en una estética que replica meticulosamente -aún más- el pop psicodélico de los años 60 y 70.

Grupos míticos como The Beatles o The Byrds vienen inmediatamente a la mente en los primeros minutos de ‘Popafangout’, la luminosa y vibrante apertura del disco, una canción que muestra las habilidades melódicas del artista en su pleno esplendor y que funciona como una declaración de intenciones, asentando el tono alegre y acogedor que recorre al proyecto de principio a fin.

En ‘Balloon Balloon Balloon’ continúan las referencias a Guided By Voices así como a otros grupos de los 80 como Cleaners from Venus, que también veneraban la música de los 60 a la vez que intentaban aportar su propio sello contemporáneo. Kai Slater hace lo propio desde una producción lo-fi, grabando estas canciones en cinta y sin demasiados artificios, donde la naturaleza intrínsecamente nostálgica del proyecto se convierte en una feliz celebración de una época (re)imaginada.

El álbum, que fluye siempre con gran solvencia, está atravesado por una energía fantasiosa y onírica, reforzada por la brevedad de muchas de las composiciones y por un oído privilegiado para generar estribillos y ganchos pegadizos. ‘All the Prefabs’ dura poco más de un minuto, pero resulta tan efectiva en su concisión que el único motivo por el que no lamentar que dure más es porque justo después llega ‘Talking in Your Sleep’, que resulta igualmente deslumbrante, y tras ella, ‘Fall in Love Again’, otra breve joya que no llega a los dos minutos.

Igual de abrumador es el despliegue de talento que se encadena en las cinco primeras canciones, donde se encuentran hallazgos magníficos, como la pegadiza ‘I Don’t Have the Heart’, la hipnótica y psicodélica ‘Queen of Globes and Mirrors’ o la embriagadora ‘(I Wanna Be) Your Girl’.

Dividido en tres actos (marcados al final de cada uno con las piezas instrumentales ‘Balloon 1’, ‘Balloon 2’ y ‘Balloon 3’) y repleto de grandes canciones en cada uno de ellos, el disco se erige como una irresistible cápsula del tiempo, de la misma manera que lo eran los últimos trabajos de The Lemon Twigs. Hay algún momento de desfallecimiento y de ideas repetidas en una secuencia que es ligeramente larga de más, pero incluso en su última parte, la menos inspirada, es difícil no caer rendido ante canciones como ‘Takes So Long’, con sus espectaculares juegos de guitarra y su energía frenética, o a la dulzura acústica de ‘All the Shops And Stores Are Closing Now’.

En su tercer disco, Kai Slater mira al pasado de una manera tan fresca y lúcida que conecta directamente con nuestro presente. ‘Balloon Balloon Balloon’ exuda alegría de vivir, de imaginar, de soñar. Es una pequeña píldora de felicidad en un mundo oscuro.

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Publicado por
Fernando García