¿Qué pasaría si un chico de los suburbios de South London creciera escuchando a Michael Jackson, tuviera un gusto por los arreglos de cuerda como Patrick Wolf, la garganta de Justin Timberlake y Thom Yorke, la obsesión por hyper ballads à la Björk y el elegante y melancólico sentido de la electrónica de Junior Boys?
Un cuarto de siglo han tenido que esperar los que eran niños en el año 82, cuando se editó 'Upstairs at Eric's', para ver a Vince Clarke y Alison Moyet reunidos en un escenario otra vez.