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Muere Terry Callier

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Terry Callier falleció ayer en su casa a los 67 años a causa de una enfermedad. Callier fue un músico de Chicago que, tras una fructífera carrera mezclando como pocos soul, jazz y folk durante los años setenta, compartió escenario y giras con artistas como George Benson o Gil-Scott Heron. Se retiró durante los años 80 para criar a su hija (tras ganar su custodia) y retomar sus estudios de sociología. Estuvo más de quince años sin tocar una guitarra, hasta que a mediados de los 90 su figura fue reivindicada por gurús como Eddie Piller, del sello Acid Jazz Records, que reeditó sus viejos álbumes.

En 1997, poco antes de que se publicara su primer álbum de estudio en dos décadas, ‘TimePeace’, Beth Orton cantaba su tema ‘Lean On Me‘ a dúo con el propio Callier, una colaboración que prolongarían en el disco ‘Central Reservation’, en el que el norteamericano hizo coros en numerosos temas. A partir de entonces le llegó el reconocimiento de otros artistas contemporáneos como 4 Hero o Massive Attack, que le escogieron para poner voz al single ‘Live With Me’ y que produjeron y participaron en la composición de ‘Hidden Conversations‘, último álbum de estudio que publicó Terry Callier.

Kylie / The Abbey Road Sessions

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Tuvo que ser el cantautor sueco José González el que, en 2005, abriera los ojos sobre la valía de Kylie a todos los que odian el pop comercial por defecto. Los mismos que ponían cara de incredulidad cuando descubrían que aquella melancólica canción folk llamada ‘Hand On Your Heart‘ publicada en su Australian Tour EP era una versión desnuda de uno de los primeros éxitos de la Minogue en la factoría Stock, Aitken & Waterman. Está claro que a veces hay que quitárselo todo para llamar la atención.

Eso es justo lo que había hecho Kylie años antes con el ‘Impossible Princess’, aquella rareza que se atrevió a publicar en 1997 aprovechando que su carrera parecía terminada con la esperanza, quién sabe, de labrarse un futuro digno en la corriente independiente. Camino que pronto abandonó cuando embutida en unos shorts dorados resurgió de sus cenizas con el hedonista ‘Light Years’, el disco que puso otra vez a la Kylie producto por delante de aquella Kylie artista que González reivindicaba.

Favor que la Minogue ahora le devuelve recuperando aquella versión a guitarra en ‘The Abbey Road Sessions’, el capricho que la cantante se ha pegado para celebrar sus 25 años en la industria que nos venden como un grandes éxitos orquestal sin que la etiqueta sea del todo verdad. Y es que en lugar de encontrarnos con el delirio barroco que suelen suponer estos habituales encuentros con grandes bandas sinfónicas (de Metallica a Rocío Jurado la lista es interminable), en este disco reaparece aquella Kylie susurrante que existe sólo cuando las fans histéricas le dejan.

Precisamente son esos temas en los que su voz solo se acompaña de un piano o una guitarra los que mejor funcionan. Canciones reducidas a la mínima expresión que alcanzan un nuevo significado como ‘Better The Devil You Know’, ‘Never Too Late’, ‘I Believe In You’ o la ya mencionada ‘Hand On Your Heart’ que, así y todo, se quedan en anécdota comparadas con el resultado que alcanza el experimento en ‘Come Into My World’ y, sobre todo, ‘Where The Wild Roses Grow’, la balada necrófila que Nick Cave le regaló en 1995 y que ambos han vuelto a grabar con tal asepsia sentimental que acaban superando a la original.

Una proeza que se repite con ‘Finer Feelings‘, que pasa de ser una gran balada a convertirse en la sucesora del ‘Frozen’ de Madonna; ‘Slow’, el tema que Jessica Rabbit cantaría ahora enfundada en aquel mítico traje rojo de lentejuelas; y ‘Confide In Me’, que con el cambio parece que no ha cambiado nada.

No es lo habitual. A veces hay cosas tan perfectas que es mejor dejarlas como están, y por muy buena intención que haya detrás es imposible que hits míticos como ‘Can’t Get You Out Of My Head’, ‘On A Night Like This’, ‘Love At First Sight’ o ‘All The Lovers’ salgan indemnes de un desollamiento que, por el contrario, aguantan más que bien dos de sus clásicos, ‘The Locomotion’ y ‘I Should Be So Lucky’. Claro que después de haberlos escuchado retrabajados en casi todos sus directos, tampoco era complicado conseguirlo.

¿Conseguirá este álbum que los haters dejen de odiar? Ojalá. Pero hay que ser realistas y no olvidar que, por mucho que la portada pretenda captar estas navidades a todos los que regalaron a sus madres el año pasado el disco de Adele, ‘The Abbey Road Sessions’ no deja de ser un producto destinado exclusivamente a esos fans que tratan a Kylie como a la Virgen de Almatosa. Esos que compran el disco el primer día que sale a la venta para tener ‘Flower’, la única canción inédita que incluye este álbum; o lo que es más probable, para poder poner de fondo a su diva en una cena íntima sin miedo a que la rave comience antes de servir la ensalada.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Come Into My World’, ‘Finer Feelings’ ‘Where The Wild Roses Grow’
Te gustará si te gusta: Kylie Minogue, pasar la noche de los sábados en casa

Solange anuncia EP

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Solange, la hermanísima de Beyoncé, publicará su nuevo EP el próximo 27 de noviembre. Se titulará ‘True’ y saldrá en el sello de Chris Taylor de Grizzly Bear. Serán 7 temas de los que ya pudimos escuchar el primer single producido por Dev Haynes, ‘Losing You’, quien, según parece, se ha encargado también de dar forma al resto de los temas. Este será el tracklist del EP:

1. ‘Losing You’

2. ‘Some Things Never Seem To Fucking Work’

3. ‘Locked In Closets’

4. ‘Lovers In The Parking Lot’

5. ‘Don’t Let Me Down’

6. ‘Look Good With Trouble’

7. ‘Bad Girls (Verdine Version) ‘

Revelación o timo: A*M*E

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Originaria de Sierra Leona pero residente en Londres desde pequeña, A*M*E (o sea, Amy) ya está despuntando en el Reino Unido como algo más que una promesa del pop. Protegida por Gary Barlow, que la ha fichado para su sello Future (dentro de Universal), editó a principios de este año su primer single, cuando apenas contaba con 17 años. ‘City Lights’, producida por MNEK (Rudimental), era una buena pieza de pop contemporáneo, R&B con guiños al dubstep y pegadizo como él solo. Más tarde llegaron ‘Ride Or Die‘, producida de nuevo por MNEK (esta vez con toques de moombahton) y ‘Find A Boy‘, compuesta para ella por Emeli Sandé y producida por un habitual de esta, Naughty Boy.

Ya ha realizado alguna gira abriendo para Jessie J y JLS, y ahora parece que puede llegar su momento, gracias a un single fantástico como ‘Play The Game Boy’. Se trata de un tema que, entre referencias ochenteras, rebosa frescura y descaro, y que además cuenta con un clip de esos de los que es difícil despegar la vista y difícilmente se olvidan. Por el momento, publicaciones tan prestigiosas como Music Week la han situado como número 1 de su chart urban, desbancando nada menos que a Rihanna. Y eso que esto solo acaba de empezar.

Unos jóvenes Stones inauguran Beefeater In-Edit

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En 1965, tras haber sido publicado ‘A Hard Day’s Night’ de los Beatles, el manager y productor de los Rolling Stones, Andrew Loog Oldham, contrató a Peter Whitehead para que realizara una prueba de cámara de sus chicos durante dos días de gira en Irlanda. Tras permanecer el material completamente olvidado excepto por algunos fragmentos filtrados en Internet, el director Mick Gochanour encontró la filmación en mal estado hace dos años y se propuso restaurarla minuciosamente junto al productor Robin Klein.

En ‘Charlie is my Darling’, que ha inaugurado el festival de cine documental musical Beefeater In-Edit, descubrimos a unos jóvenes Stones en el backstage improvisando melodías continuamente. Mick Jagger, azorado e inagotable, entona acompañado por la guitarra de un incansable Keith, que se atreve a desgarrar, sobrado de actitud a pesar de su juventud, ‘Needle of Death’.

Disfrutamos en directo de temas como ‘Heart of Stone’, ‘Play with Fire’, ‘Time Is On My Side’, ‘The Last Time’, ‘I’m All Right’ o, la interpretada por primera vez en público durante esta gira, ‘(I Can’t Get No) Satisfaction’. Desgraciadamente, los clips de conciertos delatan demasiados cortes, que dejan en evidencia el trabajo al que se sometió Gochanour para conseguir presentar la filmación con suficiente calidad. Sin embargo, el documental también puede ser considerado la crónica del cambio de una generación. No sólo en las entrevistas con los miembros de la banda (siempre planos cortos en blanco y negro con demasiado movimiento y repletos de ruido) podemos observarlo. “Los jóvenes están cambiando porque se han dado cuenta de que pueden hacer cosas que eran imposibles hace 50 años”, dice Mick Jagger en referencia al cambio de actitud de los años sesenta. En la cola de la entrada, Whitehead pregunta a una aglutinada juventud por qué ha dejado de cortarse el cabello y qué piensan de los medios informativos que critican a los Stones por ser “demasiado sucios”.

Tras terminar el primer día de concierto antes de lo previsto porque los asistentes del show consiguen acceder al escenario y agredir a los miembros de la banda, que crece demasiado deprisa, Charlie Watts parece sentirse obligado a explicar que lo sucedido no está vinculado con que las canciones que interpretan tengan un efecto inmoral, pues situaciones similares han sucedido en conciertos de los Beatles.

Resulta gracioso hacer referencia a este hecho porque, durante todo el documental, el grupo de Liverpool es nombrado continuamente, lo que lleva a pensar que toda banda británica trabajaba a la sombra del cuarteto inglés y, los Stones, guiados por su manager (ex asesor Beatle) todavía se encontraba en un momento demasiado prematuro como para diferenciarse de ellos, algo que lograrían a través de una oferta mucho más traviesa, agresiva y teatralmente sexual que acabaría por funcionar logrando que, en 1966, el grupo dejara de viajar en transporte público durante sus giras. 7,5.

Taylor Swift / Red

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¿Tienes ganas de escuchar 16 canciones -22 en la edición deluxe- de Taylor Swift, rebautizada por nuestros usuarios como Taylor Zzzzz? Nosotros tampoco, pero nos puede la curiosidad cuando hablamos del que será uno de los discos más vendidos del año, sobre todo gracias a la fuerza con que ha irrumpido en Estados Unidos, donde se esperan más de 1 millón de copias despachadas sólo en los primeros siete días.

El excelente single ‘We Are Never Ever Getting Back Together‘, en mi opinión uno de los clásicos más claros de este 2012 (me encanta el «what??»), anticipaba un giro hacia el pop para la artista que se popularizara en ciertos sectores del mundo tras ser humillada por Kanye West en unos premios MTV (antes era más que nada pasto para adolescentes y habitantes de la América profunda). Sin duda, este ‘Red’ abre puertas en muchas direcciones. Una de ellas -lo habéis adivinado- es el dubstep (suspiro), que hace un simpático «featuring» en ‘I Knew You Were Trouble’, una de las dos pistas producidas por Max Martin y Shellaback, conocidos por sus labores junto a Britney Spears, por ejemplo. La otra es ’22’. ¿Recordáis que el sencillo -nos referimos al principal, porque en realidad van cinco o seis ya- incluía la simpática frase «encontraste la paz con un disco indie que mola mucho más que el mío»? Pues esta moderneta canción, casi propia de Ke$ha, arranca diciendo: «es la noche perfecta para que nos vistamos de modernos».

No hay más pistas en ‘Red’ en las que la belleza más aburrida del pop se disfrace de hipster, pero sí hay un par de momentos destacables más. Mientras el dúo con el siempre emocionado Ed Sheeran (‘Everything Has Changed’) es más predecible, destaca la aparición de Gary Lightbody de Snow Patrol en ‘The Last Time’, acompañado de su productor Jacknife Lee. El estribillo cantado a dos voces «esta es la última vez que te pido que me pongas al principio de tu lista» conformaría una de las mejores canciones del disco si al final la coda no resultara algo excesiva y larga. Más redondas son las aspiraciones de estadio a lo Coldplay (¿los llegará a llenar alguna vez en España?) de la inicial ‘State of Grace’ o la mandolina de la estupenda ‘Stay, Stay, Stay’.

En sus baladas clásicas, como ‘I Almost Do’, Taylor emociona lo mismo que una merluza, aburriendo hasta a las vacas del estado de Texas. Sin embargo, que celebremos que su éxito no llegue a nuestro país no significa que no podamos apreciar algunos de sus aciertos, como ‘The Lucky One’ o el corte titular. Lo primero que se ve al abrir el libreto del CD es un texto de Swift en el que se pone a hablar de Pablo Neruda y de cómo cree que el color «rojo» es el que se asocia mejor con sus emociones y -añadiríamos- rupturas varias, la última de ellas esta misma semana (no, ‘Red’ no tenía nada que ver con los Communards ni con la URSS). Cuando creíamos que esta canción estaría hecha para un anuncio de compresas, se revela en realidad como un single excelente que asocia emociones a diferentes colores (como Linda Guilala) en los estribillos sí, pero en las estrofas no. Un juego tonto que habría encantado a Katy Perry, sólo que mejor cantado.

Aunque carne de Grammy, ‘Red’ no es la obra maestra que venderán los medios más generalistas. Tampoco es el disco a ignorar como (no) dirán los independientes. En algún lugar en medio, como mínimo es la demostración de que todo funciona mejor cuando se cambian las cosas porque apetece, yendo bien; que como maniobra por desesperación, cuando las cosas van mal.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘We Are Never Ever Getting Back Together’, ‘Stay Stay Stay’, ‘Red’
No te gustará si: buscas a la nueva Joni Mitchell o a la nueva Suzanne Vega
Escúchalo: de momento sólo el single en Spotify

Maria Coma: «Todo lo que se pueda hacer en el campo, mejor»

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Maria Coma cierra este sábado 27 de octubre su gira ‘Magnòlia‘ en el Faraday Tardor, como ya anunciamos. Como podéis comprobar en su web han sido meses con decenas y decenas de conciertos llevados a cabo sobre todo en Cataluña, pero también en otros lugares como Madrid, País Vasco o Alemania. Aprovechamos el cierre de esta bonita era llena de grandes canciones y excelentes resultados para recuperar el encuentro que tuvimos con ella en una tetería de Madrid con motivo de una de sus visitas al Fotomatón.

Has estado de gira en otros países, como Alemania, en concreto en Berlín. ¿Qué tal ha ido?
Pues genial. La primera vez que fui a Berlín fue en agosto de 2011, cuando monté un concierto gracias a unos amigos. La gente que conocí me dio muy buen rollo y en octubre volví en condiciones mejores. En abril de este año monté minigira de tres conciertos en tres sitios nuevos y llené, y la gente parecía encantada.

¿Cómo puede ser que una artista de aquí encuentre su público sin el apoyo de un sello enorme? ¿Sobre todo va a verte gente de aquí o cómo?
Había catalanes y españoles, y la otra mitad eran alemanes. No sé cómo se acaban enterando, la verdad. Unas chicas bailarinas me contaron que me descubrieron por casualidad. También había ingleses.

La verdad es que yo vi actuar en Berlín a Sundae, y creo que yo era el único español, era un pequeño festivalillo… ¿Lo tuyo era algo así?
No, toqué sola los tres días. El tercer día después de mí había otra banda, pero era como una entrada aparte. A mí me sorprendió, ya que pagas… El otro era jazz moderno y lo mío… no sé.

¿No sabrías cómo definirlo?
Siempre digo: «escuchadlo», es un híbrido de cosas.

¿Por qué os molesta tanto a los artistas clasificaros en un género?
Me gusta decir a la gente que lo escuche y que ya verán. Creo que tengo influencia clásica, con melodías pop, pero también me da por improvisar en directo, aunque no a lo jazz… Me gustan muchas músicas, como Patrick Watson. Toqué con él en Barcelona como telonero y así le descubrí. Me quedé impresionada y ellos son muy buena gente. También coincidí con él en Berlín y me invitó a su concierto. Me gusta mucho.

¿Qué significa tocar en directo por lugares tan diferentes? ¿Es lo que más te gusta?
Cuanto más viajo, más siento que estoy haciendo lo que quiero hacer. Tocar en Cataluña está muy bien, pero salir y tener un público nuevo es emocionante. Igual he tenido mucha suerte con dónde he ido, o igual es que es algo nuevo para mí.

Magnetic Fields nos decían en una entrevista que quien diga que le gusta girar, miente…
He viajado mucho pero de gira no vamos muy lejos, apenas salimos de Cataluña. Imagino que una gira por Europa es más cansado y debe de ser un follón. De todas formas, siempre he viajado sola, me encanta, conocer gente… Me suelo quedar en casas de amigos. Ir a hoteles supongo que no está tan bien.

Esta gira que has hecho ha conocido diversos formatos, ¿verdad?
Manejo tres formatos: voy sola cuando viajo o cuando hay un piano de pared en el local. En este formato me siento un poco más libre. Me agota muy poco, es muy natural. Con la banda de batería, guitarra, pedales… tiene mucha fuerza pero has de poner más energía y atención para los otros músicos, pero bueno, me emociona ver a gente tocando mis canciones. Y luego a veces se nos une el Quartet Brossa.

¿Te es muy costoso viajar con un piano?
A Madrid vine con piano para Fotomatón porque en este bar no hay piano y veníamos en coche, pero por ejemplo en Radio 3 tienen un piano de cola, pido que lo afinen y ya está. Con lo que viajo es un teclado, con una funda muy chula para poner pedales encima. Llevo un delay conectado, un sample encima…

¿Cuál es tu piano favorito para tocar?
En Berlín he tocado con uno de cola, otro de pared, uno de ellos muy antiguo… Es distinto. Cada piano tiene un tacto diferente. Personalmente escogería uno de pared, que me gusta más cómo suena que el de cola, con sus teclas de marfil… pero cada piano tiene su rollo.

‘Magnòlia’ está dedicado de hecho a quien te regaló un piano…
A mi abuela, que hizo el esfuerzo de regalármelo porque veía que me encantaba. Es el piano con el que grabé el disco. Para los músicos es muy importante el instrumento con el que trabajas. En aquel momento no lo sabía, pero qué suerte que me compré ese piano. Si no, lo habría tenido que alquilar…

Y con este no viajas, claro…
Este está en casa…

¿Cómo es que tus padres te apuntaron desde pequeña a música? ¿Son músicos? Los míos no lo hicieron…
Iba a una escuela muy pequeña que le daba mucha importancia a la música. Mi profesora era pianista y me flipaba verla. Desde los cinco años iba a una escuela en que te enseñaban instrumentos, y yo escogí el piano. Mis padres preferían el violín y siempre me dicen: «nunca te hemos dicho que tocaras». Mi padre toca la guitarra, la flauta, canta en masías… Mi tío sí era de la era de Maria del Mar Bonet, mallorquín, y en aquella época estaba muy metido en el mundillo. Pero hay gente de mi familia que no tiene nada que ver. Hay de todo.

¿Y qué opinan de tu música? ¿Les gusta?
El día de Navidad se nota mucho. Mi tío siempre se pone a tocar y cantamos todos, y la última Navidad, fue un concierto en familia de 40 personas como en un salón. Ahí está bien tocar porque te quieren hagas lo que hagas (risas).

¿Les tocaste tus propias canciones?
Soy muy de tocar mis canciones, sí. Me cuesta encontrar versiones que me peguen. Evidentemente toco canciones de otros, pero en concierto casi no hago, sólo hago ‘Bridges and Ballons’ de Joanna Newsom, está en un disco en directo que saqué.

¿Cómo es que sacaste un disco en directo tan pronto?
No me lo planteé como «es pronto, es tarde». Me hacía ilusión porque éramos sólo un trío tocando las canciones de un disco que tiene mil capas. Y me gustaba ese contraste. Mucha gente me decía «me gusta más el directo». A mí también me pasa cuando voy a ver a amigos en directo, pienso: «qué lástima que no se grabe».

¿’Linòleum’ ya no te gusta?
Me gusta más en directo pero sí me gusta el disco, aunque hace mucho que no lo escucho. En aquel momento lo saqué súper convencida, pero para mí el tipo de producción se ha pasado. Pero en aquel momento era la manera en que quería hacerlo. Ahora tiro más por ‘Magnòlia’, que ha sido más de maqueta y menos de trabajar en el estudio.

¿Con ‘Magnòlia’ ya tenías las canciones escritas antes? Como tardasteis tantos meses en hacerlo…
Sí. Lo que pasa es que grabando ‘Magnòlia’ no fuimos al estudio cada día de ocho a ocho. Era muy relajado, los fines de semana estábamos de gira, y grabamos en mi casa y en la de mi padre, en la montaña. Una semana grabamos los pianos, el esqueleto del disco; luego las baterías, que grabamos sin claqueta porque yo quería ir más libre, pasábamos horas colocando micros; luego las cuerdas… Los arreglos los hicimos en la casa del pueblo de mi padre y yo era como: «todo lo que se pueda hacer en el campo, mejor».

¿Te gusta mucho el campo?
Se está mejor que en Barcelona, es más tranquilo. En Barcelona igual te lías si vas al bar nosequé. Para componer me fui diez días allí al campo, a esta casa.

Igual por eso te sale tanto vocabulario relacionado con el campo…
No soy consciente, pero es normal, de pequeña iba al pueblo de mi padre en la montaña y al pueblo de mi madre en Mallorca los fines de semana y los veranos. Yo nací en Barcelona pero los buenos momentos de pequeña o cuando quiero estar tranquila me recuerdan a eso. Barcelona es un lugar en el que se está bien, pero no sé si es de paso o no.

Bueno, Berlín no es muy campo… aunque haya grandes parques…
Berlín me tira por otros motivos. Es una ciudad que te permite trabajar con músicos que tienen ganas de probar cosas nuevas. No es que no esté bien en Barcelona, pero tengo más posibilidad de trabajar con danza, hay más ganas de arriesgar. En Barcelona ya trabajo con la gente con la que quiero trabajar, pero allí veo una puerta abierta. Ya veremos qué pasa cuando acabe la gira.

¿Te sientes cómoda en la escena? Lo pregunto por lo de llamar a los bares a ver si hay piano, ¿hay lugar para algo así?
Me siento cómoda haciendo lo que hago y pienso que el público ya me va conociendo y les va gustando. Yo hago lo que hago. Hablando de escenas es difícil…

¿Qué sueles escuchar?
No considero que escuche pop o clásico, me aporta mucho desde Messiaen con sus preludios para piano hasta Sufjan Stevens, que para mí es de los mayores. A Silver Mount Zion me ha aportado mucho a nivel de cuerdas. El cantante desafina bastante pero no importa… (risas)

Antes te ha sonado el móvil y llevabas Radiohead, me ha sorprendido un poco…
Soy muy fan de Radiohead, me encantan desde hace mucho. Las bandas sonoras de Jonny Greenwood, sobre todo la de ‘There Will Be Blood’; el disco solo de Thom Yorke, ‘The Eraser’… Es de la mejor electrónica que he escuchado.

Estudiaste algo relacionado con el mundo audiovisual, ¿verdad? ¿Crees que ha sido definitivo para que te guste tanto implicarte en vídeos, la imagen…?
Acabé la carrera haciendo discos, giras… Ya estaba metidísima en la música. El contacto con el audiovisual en aquella época es que ya hacía bandas sonoras. Los vídeos los hago para mí, no voy a quitar el trabajo a nadie (risas).

También retocas tus fotos como si fueran cuadros o a modo de collage…
Es defecto de mi forma de ser que me gusta controlar todo. Antes de la carrera hice bachillerato artístico. O lo hago yo o me meto de lleno en lo que sea. No me voy a poner a tocar la batería, pero en ese caso encuentras gente con la que te entiendes fácil, como Pau. O como en el caso de la portada, encuentras gente que admiras que va contigo, como Rafa Castañer y Román Yñán. No la hice yo, la hicieron ellos, pero si te fijas, tiene mucho que ver con los videoclips. Fui a su casa y estuvimos con el Photoshop cambiando la imagen que me presentaron. No podía estar tal cual (risas).

¿Qué es la foto?
La foto misterio. Yo no lo sé. Es un misterio de Román Yñan.

Este sentido global que das a todo, ¿te crea una satisfacción especial? ¿Así es más auténtico? ¿Podría ser de otra manera?
Si se da la casualidad de que encuentro algo, como la portada, que no es mía, estoy dispuesta a aceptar lo que sea. Cuando encuentras a alguien que sabe hacer las cosas… Lo que no creo que haga es encargar una portada a alguien porque me encante su estilo, sin dar una premisa. Lo importante es quedarse tranquila porque todo está como tú quieres, como tú lo quieres transmitir.

Hay una Lyona en los créditos, ¿no será la de los videoclips?
Es colega. Con Marta (NdE: Lyona) hicimos un vídeo para mi primer disco, el de ‘Mil Orelles’. Somos muy amigas, ella y todo su equipo de rodaje. Ella tenía esta mini cámara, las harinezumis, y fue como un juego. Le di una idea muy tonta, quedamos una tarde y lo hicimos.

¿Y para presentar este disco Lyona no era una opción?
Sí, íbamos a hacer uno para este disco, pero aún no lo hemos hecho. Marta va muy liada y yo soy muy de hacer mis vídeos. Entiendo que pueda ser raro. A veces la llamo para dudas técnicas sobre los programas de edición (risas).

¿Y la colaboración con Anímic cómo surgió?
Los conocí hace años cuando el disco ‘ü_ma’. Pau Vallvé y yo nos conocimos e hicimos un disco en 2007 con este nombre, que salió en una netlabel que es la misma de Anímic. Nos encantó. Hace años que nos conocemos. Ferrá ha sacado también un disco en solitario.

Tu single ‘Tots els colors’ distaba un poco del resto, por el final…
… más apoteósico.

¿Fue un punto de partida o más bien un punto de llegada? ¿No te dio por seguir por ahí?
No… La hice a final de veranito. Este disco tiende a ser más melancólico y esta canción es más vitalista, me salió en verano, en Formentera. Todo me pareció ideal y no me dio por tirar por ahí, aunque creo que sí va con el disco. Al ponerla la primera quedaba muy bien para empezar.

¿Tienes algo de lo que podría ser el siguiente disco?
Tengo ideas y para mí lo más importante es tener el concepto. Yo puedo ir haciendo canciones aleatoriamente que después pueden perder el sentido. Es muy importante crear una historia en un disco. Para este tenía veintipico canciones y las que se quedaron ni las toco ni las voy a poner en ningún disco. Eran de ese momento y ya está. Voy teniendo ideas. Sobre el siguiente disco, estoy en ello, va cambiando la idea, pero la tengo muy enfocada…

¿Es duro dejar fuera canciones tuyas?
A veces sí, canciones y partes que dices «esta es muy larga» y dices «¡este trozo de letra no!», pero luego dices: «esta en realidad no me gustaba». Ayuda enseñarla a más gente…

¿Algún otro proyecto?
Bueno, lo de la danza sería interesante. He hecho alguna banda sonora y algún documental, pero tengo muchas ganas de tocar con bailarines, porque lo probé en Berlín, porque un amigo me llamó y me gustó bastante.

Foto: Pau Vallvé.

Revelación o timo: Wild Balbina

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A Wild Balbina ya las hemos mencionado alguna vez por ser una de las nuevas apuestas de Elefant, pero este sábado podría llegar su reválida cuando actúen en el Ochoymedio de Madrid junto a The Primitives y Papá Topo (también pincha Guille Milkyway, que sacará a la venta su álbum de maquetas de Milkyway en ese momento).

Wild Balbina es el proyecto desde Vigo de Antía Figueiras y Marta González, que según la biografía oficial, «tras compartir conservatorio y amistad, decidieron empezar a hacer canciones en su casa mientras ponían de fondo pelis de Wim Wenders y Marisol». Guille V. Zapata de Mvnich les ayudó con la batería y pronto empezaron a cambiar, citando como influencia a gente como Helen Love y recordando por estilo a los nuevos grupos con chica californianos en la estela de Best Coast o Vivian Girls. Tan cerca del movimiento de Bikini Kill podrían estar que hasta hacen un fanzine llamado Typical Girls.

Las cuatro canciones incluidas incluidas en su single de 7″ para Elefant, ‘Eat Tacos’, cuentan con melodías excelentes medio surferas medio punk-pop, siempre melancólicas, que atrapan enseguida. Y la única duda que surge es si el público tendrá ganas de darles una oportunidad o está ya saturado de este estilo hasta que se repita el ciclo dentro de 15-20 años.

Os dejamos con el vídeo para su canción ‘Spit Your Love’, dirigido por Javi Camino. En él las chicas desnudan a un hombre y atan a otro. Se puede interpretar que torturan a ambos, y desde luego, tiene su gracia. Un grito de tintes femenistas que evidentemente resulta puro riot-grrrl.

John Talabot y Pional componen para un maratón

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Dos de los músicos de nuestro país más reconocidos internacionalmente han compuesto un tema para el 32º Maratón Divina Pastora que se celebra en Valencia el próximo 18 de noviembre. ‘Braves’ es el nombre del tema que según relatan en la nota de prensa ha sido “hecho a partir del latido del corazón de un corredor anónimo y a través de la interpretación de La Cultura del Esfuerzo y del Trabajo”. El tema se puede descargar gratuitamente desde la web oficial del citado maratón.

Ciara, reina del desierto

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Ante el desinterés general por su último sencillo, la balada ‘Sorry’, Ciara presenta single y videoclip extraído de su próximo disco ‘One Woman Army’. ‘Got Me Good’ es una producción de Darkchild mucho más interesante que las entregas anteriores. El reputado director Joseph Kahn es el encargado de sacar a la cantante del cuarto de baño y llevársela hasta el desierto para que baile a gusto durante los cuatro minutos que dura el clip.

Christina Aguilera versiona a Damien Rice

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Hemos pasado de no tener noticias musicales de Christina Aguilera a estar a un paso de la saturación. Aguilera no sólo tiene un disco nuevo en el horizonte, sino que también aparecerá en las nuevas entregas de Cee-Lo Green, Pitbull y en el debut de uno de los participantes de la versión USA de ‘La Voz’, Chris Mann. Juntos se encargan de una versión del clásico ‘The Blower’s Daughter’ de Damien Rice, en la que la voz de Aguilera surge hacia el final para aportar un par de gritos marca de la casa. No se acerca a su atentado junto a Pitbull, pero tampoco es para dar saltos de alegría.

Francisco, en prisión provisional

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Francisco González, conocido como Francisco, ha sido acusado de estafa, según informa El País. El cantante se hizo con un Maseratti en 2004 gracias a un empresario y promotor inmobiliario, y presuntamente no lo ha pagado. Francisco debía abonar la cantidad del coche mediante la promoción de unas viviendas que el empresario pretendía vender en Alicante y que finalmente no tuvo lugar. Se le dio de plazo hasta 2006 para abonar la cantidad, cosa que no hizo, además de vender el vehículo.

Con todo este asunto en manos de abogados, el pasado 5 de julio se citó al cantante para el juicio, acto al que no se presentó alegando sufrir agorafobia. Pero Francisco no estuvo muy ágil y aparecía días después en los medios de comunicación acudiendo a varios actos públicos, por lo que se ha decretado prisión provisional para él, que podría eludir en caso de pagar una fianza de 6.000 euros antes de 10 días.

Auryn no representarán a España en Eurovisión 2013

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En los últimos días algunos medios han publicado que RTVE ya tenía decidido quién representaría a España en Eurovisión 2013: Auryn. El grupo se ha visto obligado a desmentirlo mediante un comunicado:

«Estamos leyendo muchas noticias acerca de nuestra participación en el Festival de Eurovisión 2013. Queremos transmitir nuestro agradecimiento a los profesionales que han pensado en AURYN pero no seremos los representantes de España este año. En 2011, ya tuvimos una experiencia muy positiva con el equipo de TVE, y fue la audiencia quien decidió que no fuésemos al festival. Con la perspectiva que nos ha dado el tiempo y el trabajo, creemos que fue una acertadísima decisión. El festival de Eurovisión requiere tiempo y dedicación, algo que por la abrumadora cantidad de trabajo que tenemos actualmente, y pese a la innegable ilusión personal que nos haría, nos es imposible asumir. Nuestra carrera, tras tres años de mucho esfuerzo por nuestra parte y por el equipo, ya está encaminada hacia donde buscábamos. Actualmente, nos encontramos inmersos en la composición de los nuevos temas que formarán parte de nuestro segundo álbum de estudio, que está previsto para mediados de 2013». El grupo ya habló de esta cuestión en entrevista con JNSP hace unas semanas, que más pronto que tarde verá la luz, lo prometemos.

Azealia confirma otro tema con Gaga y Kanye

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Se llevaba tiempo hablando de las colaboraciones grabadas entre Lady Gaga y Azealia Banks y esta última y Kanye West y al fin Azealia las ha confirmado para la televisión brasileña. «Trabajé con Lady Gaga, pero desde la distancia. Trabajamos vía mail y por internet. Tenemos una canción llamada ‘Red Flame’ y otra llamada ‘Ratchet’, pero no sé lo que va a hacer con ellas. Las va a sacar cuando quiera sacarlas». Añadimos por tanto el título ‘Red Flame’ al ya conocido ‘Ratchet’ y deducimos que definitivamente irán en todo caso en el nuevo álbum de Germanotta.

Respecto a Kanye, menos concreción aún. «Trabajar con Kanye fue muy divertido. Simplemente fui a Hawaii de vacaciones y él tenía un estudio allí. Decía: «deberías venir al estudio», así que fui al estudio y trabajamos juntos».

WTF: Rod Stewart y la cocaína anal

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Rod Stewart saca una autobiografía llamada ‘Rod: The Autobiography’, de la que la prestigiosa revista Spin ha extraído unas delicatessens que hablan de moldes de penes de estrellas, de dónde viene la leyenda urbana de que su estómago llegó a estar lleno de semen (de su ex agente), etcétera.

El titular favorito, de momento, de la prensa internacional es el que habla de su adicción a las drogas. Se cuenta que por miedo a dañarse las fosas nasales por el consumo de cocaína, se las arreglaba de la siguiente manera. «Empezamos a comprar cápsulas para el resfriado en la farmacia, separábamos dos partes de las cápsulas, cambiábamos su contenido por un pellizco de cocaína, y luego las tomábamos analmente, donde por supuesto, como el cuerpo humano es una cosa maravillosa, se disolvían sin esfuerzo y pasaban a nuestro sistema». Todo tan delicioso como «no intente esto en su casa».

Putin sitúa a Pussy Riot realizando «tareas domésticas»

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No contento con la sentencia a dos años de cárcel para dos miembros del colectivo Pussy Riot, el presidente Putin ha declarado que de no haber quebrado la ley, seguramente estarían en su casa «realizando tareas domésticas». Durante un encuentro que tiene lugar todos los años en Valdai, declaró: «Si la sentencia era demasiado dura o poco dura no es algo que yo tenga que juzgar. Pero si no hubieran quebrado la ley, ahora estarían realizando tareas domésticas en su casa o estarían de vuelta en sus trabajos normales». Un desprecio hacia el trabajo del grupo cargado de misoginia que es un suma y sigue para el gobierno de este país.

‘Argo’, el síndrome Clooney contagia a Ben Affleck

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Sorprenderse a estas alturas porque un guaperas de Hollywood sea capaz de dirigir bien una película es como quedarse mirando a dos tíos caminando de la mano por la calle. Aun así, siempre que se hable de ‘Argo’ se hablará del título que convirtió a Ben Affleck en el nuevo George Clooney sin pararse a pensar que lo suyo, en el fondo, responde a una vieja tradición.

Y es que décadas antes de que el síndrome George lo inundara todo con sus fantásticas disertaciones sobre la cara más oscura de la política con ‘Buenas noches y buena suerte’ o ‘Los idus de marzo‘, gente como Robert Reford ya demostró con ‘Gente corriente’ que a veces, ponerse detrás de la cámara, compensa. Clint Eastwood, Mel Gibson o Kevin Costner lo confirman, ya que aunque su camino haya tenido distinto final, todos comenzaron en la dirección por el principio: ganando un Oscar.

Affleck ya lo tiene, pero ganado en los 90, compartido y por un guión, el de ‘El indomable Will Hunting’. Por eso poco importa que haya sido la tercera vez que se cuelga la etiqueta de director la que haga sonar su nombre como uno de los firmes candidatos a ser nominado, que no ganar, la dorada estatuilla. Y eso que esta película lo tiene todo para ser adorada por los miembros de la Academia. ¿O acaso alguien se resistiría a no elevar a los altares una película que demuestra que de vez en cuando tu frívola industria ayuda a salvar vidas?

Porque eso es en el fondo lo que esconde ‘Argo’, un alegato en favor de Hollywood tomando como excusa una operación real de la CIA, desclasificada hace unos pocos años, para intentar sacar de Irán a unos rehenes después del asalto que sufrió la embajada estadounidense en 1980. Una misión secreta en la que había que hacer creer al gobierno de Teherán que aquellos seis diplomáticos americanos eran en realidad miembros de un equipo de cine canadiense encargados de localizar exteriores para el rodaje de ‘Argo’, una película de ciencia-ficción que, evidentemente, nunca se llegó a rodar.

Un material jugoso que Affleck utiliza para montar un filme de suspense capaz de mantenerte sufriendo y en tensión la mayor parte de su metraje recurriendo a viejos trucos del género como llamadas que parece que no llegan, aviones que nunca despegan o retratos delatores hechos pedazos que se completan al borde de la frontera. Herramientas efectivas pero también efectistas. De ahí que la transición de Affleck a director de culto todavía no esté completa.

Quizás ayudaría que en la próxima ocasión se olvidara de ser también el protagonista, ya que posiblemente por las exigencias de sus obligaciones como director, a su personaje le falte la profundidad que la historia requería. Por suerte se rodea de un elenco que cubre sus carencias interpretativas consiguiendo que el parche apenas se note.

En definitiva, ‘Argo’ se merece el ruido que está generando, pero no tanto porque el trabajo de Affleck sea excepcional, que casi, sino porque detrás de la trama diplomática internacional se esconde un reconocimiento a un grande del cine casi desconocido para el gran público, John Chambers. Un maquillador de efectos especiales responsable, entre otras, de las caretas de la saga ‘El planeta de los simios’ al que se le hace la misma clase de homenaje que en su día hizo Tim Burton en ‘Ed Wood’ al actor Bela Lugosi. 8.

Los 10 muertos que más dinero generan en 2012

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Forbes ha publicado otra de sus famosas listas de las celebridades que más dinero han ganado durante los últimos 12 meses. Michael Jackson ya no es el artista «privilegiado» con el top 1, pues ha sido superado por su amiga Elizabeth Taylor. Esta última ha generado 210 millones de dólares frente a los 145 de Jackson.

Elvis Presley aparece en tercer lugar, dentro de un top 10 que también incluye a Bob Marley y John Lennon. Así queda el top 10, en el que la principal ausente es Amy Winehouse, de la que se publicó un disco póstumo.

1. Elizabeth Taylor: $210 millones
2. Michael Jackson: $145 millones
3. Elvis Presley: $55 millones
4. Charles Schulz: $37 millones
5. Bob Marley: $17 millones
6. John Lennon: $12 millones
7. Marilyn Monroe: $10 millones
7. Albert Einstein: $10 millones
9. Theodor Geisel: $9 millones
10. Steve McQueen: $8 millones
10. Bettie Page: $8 millones

Amistades peligrosas publican ‘El arte de amar’

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Los oyentes de Radio Nacional han flipado esta mañana cuando se anunciaba una actuación en directo de Amistades peligrosas en el programa. La noticia en realidad es vieja y no incluye a Alberto Comesaña. Después de que este anunciara su dúo Nuevas Amistades, su ex Cristina del Valle se ha unido a otro muchacho -Manu Garzón- de tono parecido para la interpretación de nuevas canciones. Como informamos el pasado mes de junio, actuaban en el Orgullo, después presentaban en Telemadrid -esa cadena- su españolete single ‘Te besé’ (casi llamado como el hit de Jesús Vázquez) y ahora confirman el lanzamiento del disco ‘El arte de amar’. De momento estos dos no se han hecho fotos guarras.

Kendrick Lamar / good kid, m.A.A.d. city

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Por si alguien aún no lo tiene claro, Kendrick Lamar no es ningún trepa que pretende conseguir fama ligando su nombre al de Lady Gaga. Su colaboración con la artista superventas es solo una anécdota (hasta el punto de que ni siquiera es seguro que llegue a publicarse) para uno de los raperos más prometedores surgidos tras la irrupción de Kanye West. Kendrick Duckworth grabó con apenas 16 años su primera mixtape en su Compton natal, una ciudad histórica para el hip hop moderno, y desde entonces ha ido ganando más y más reputación en la escena del hip hop californiano, tanto en solitario como dentro del grupo Black Hippy (en el que comparte protagonismo con los también emergentes e interesantes Schoolboy Q, Jay Rock y Ab-Soul, que por supuesto apoyan en este nuevo álbum a su colega). Tras publicar el pasado año ‘Section.80’ (que él mismo no considera un álbum sino una especie de prueba, pese a que muchos medios lo incluyeron entre los mejores álbumes de hip hop de 2011), llega al fin su esperado debut en el sello de Dr. Dre, uno de sus ídolos de siempre.

Sin profundizar mucho, la sensación al escuchar ‘good kid, m.A.A.d city’ es que Duckworth pretende tomar el testigo del gangsta rap que reinó en el área de Los Ángeles en los 90, un subgénero que, pese a lograr un notable éxito comercial, acabó lapidando sus logros artísticos por el deplorable y patético uso de la violencia que retroalimentaba. NWA, 2Pac, Dr. Dre, The Notorious Big o Snoop Dogg son una palpable influencia en este ambicioso álbum, en el que los guiños al funk de los 70 y, sobre todo, el sonido de disparos y casquillos cayendo al suelo vuelven a tener un primer plano, algo que podría ser una triste noticia. Afortunadamente, el uso de esos recursos es coyuntural y está justificado en tanto que ‘good kid, m.A.A.d. city’ es un álbum conceptual y autobiográfico en el que Kendrick habla de su adolescencia y de cómo, entre flirteos con chicas y drogas, se vio inmerso en el mundo de violencia entre bandas. Según ha contado, las siglas en el título tienen un doble significado: «my angry adolescence divided» y «my angel’s angel dust», en directa referencia a su superada adicción al PCP.

Cada canción representa un episodio vital en la vida de Kendrick (ligados entre sí por grabaciones supuestamente reales de mensajes de voz de sus padres y colegas), convirtiéndose en paradigma de un joven negro medio criado en un suburbio norteamericano durante los 90, al calor de la calle y el rap, y cuya deriva hacia las armas, las drogas y la venganza se dibuja inevitable. ‘good kid, m.A.A.d city’ narra una historia con estructura circular (la oración que introduce el álbum es la misma que una anciana obliga a rezar a los chicos que huyen de un tiroteo al final de ‘Sing About Me, I’m Dying Of Thirst’), en la que el chico termina redimiéndose y encauzando su vida gracias a su familia y a la religión. Aunque sea un sobado argumento cinematográfico, lo cierto es que Kendrick Lamar consigue dar fiabilidad a la historia y sostener el concepto gracias a su prodigioso estilo de rima, con el que incluso se atreve a interpretar estados de ánimo, como cuando en ‘m.A.A.d. city’ rapea tratando de mostrarse como un «negrata peligroso» con voz afectada y titubeante o cuando arrastra las palabras como si estuviera pedo en la etílica ‘Swimming Pool (Drank)’.

Con apenas veinticinco años, la capacidad descriptiva y narrativa de sus letras es admirable, deteniéndose en detalles aparentemente insignificantes (como el episodio en que se lleva el coche de su madre para ir a una fiesta en ‘Sherane A.K.A. Master Splinter’s Daughter’) que, sin embargo, enriquecen la historia y aportan credibilidad. En ese aspecto, la escucha del álbum resulta casi cinematográfica y posee una poderosa y creciente tensión que culmina en la extensísima y crucial «escena» final de la venganza por la muerte de su amigo en la mencionada ‘Sing About Me, I’m Dying Of Thirst’ y luego es liberada por el epílogo ‘Real’, en el que canta, con la colaboración de Anna Wise (del dúo experimental Sonnymoon), una lección final sobre la vida real, sobre el amor a uno mismo por encima del barrio, los colegas o la pasta.

El joven rapero ha contado en su debut grande con una buena pléyade de jóvenes productores como Hit-Boy (en la poderosa, irresistible ‘Backstreet Freestyle‘), Sounwave (‘Bitch, Don’t Kill Ma Vibe’, ‘I’m Dying Of Thirst’), T-Minus (habitual de Drake, aquí en el fundamental ‘Swimming Pool (Drank)’) o Dj Dahi (autor de la base de la adictiva ‘Money Tree’, que incluye un sample de ‘Silver Soul’ de Beach House). Sin embargo, quizá para lograr esa onda G-funk que remita a los artistas que admiraba en su juventud, también se ha apoyado en músicos más experimentados como Terrace Martin, Scoop Neville (autor de una ‘Poetic Justice’ en la que participa Drake y que se construye sobre ‘Any Time, Any Place’, de Janet Jackson), Pharrell (que aporta un interesante punto de psicodelia en la pieza clave ‘good kid’) o Just Blaze, responsable de ‘Compton’, un tributo de Kendrick a sus orígenes de la mano de su mentor, Dr. Dre, con cuyo estilo estrictamente clásico se cierra el disco, a modo de fondo musical para títulos de crédito.

Kendrick es un artista con un talento superlativo para la rima, con un gran olfato para la producción y un exquisito uso de los samplers y las bases. Y ‘good kid, m.A.A.d. city’ es un muy buen álbum con un concepto muy claro, quizá algo previsible pero desarrollado con inteligencia y habilidad. Por eso, es inevitable sentir cierta desazón al pensar que Duckworth ha perdido la oportunidad de entregar el álbum histórico del que muchos hablan, por dos aspectos: primero, como muchos otros cae en el recurrente exceso de minutaje, tan habitual del rap y que aquí vuelve a ser una rémora; y segundo, en un momento en que el hip hop había logrado derribar barreras abriéndose a otros estilos y públicos, el ajustarse a unos patrones tan ortodoxos no le favorece en absoluto, máxime cuando ya había demostrado con temas como ‘The Recipe‘ (con sample de Twin Sister, que se ha quedado en mero bonus track) que es capaz de aportar nuevos esquemas.

Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Swimming Pool (Drank)’, ‘Backstreet Frestyle’, ‘Money Trees’, ‘Real’, ‘good kid’.
Te gustará si te gustan: Killer Mike, el gangsta rap.
Escúchalo: Deezer

¿Homenaje a Smiths de The Weeknd?

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Al margen de la edición oficial de su trilogía, The Weeknd sigue publicando espontáneamente sus canciones. La nueva que ha subido a Youtube y luego a Twitter se llama ‘Enemy’ y es otra de sus ya clásicas «murder ballads» modernas, en esta ocasión con lo que nosotros interpretaríamos como un homenaje muy abierto al precioso ‘Please, Please, Please, Let Me Get What I Want’ de los Smiths.

Kurt Cobain, ¿el musical?

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Cuando no está ocupado en el juzgado denunciando a Britney Spears y su padre por incumplimiento de contrato, el manager de artistas Sam Lufti tiene tiempo para hablar de su nueva cliente, Courtney Love. Al parecer, se planea un musical de Broadway sobre Kurt Cobain en el que la líder de Hole estará implicada. De momento, el proyecto sólo está dando sus primeros pasos y de hecho también podría ser simplemente una película.

Nick Cave vuelve a cantar con Kylie

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Ayer fue día 25 y como todos los días 25 de este año tocaba sorpresa de Kylie, con motivo de su 25º aniversario dedicada a la música. Esta vez, cuando está a punto de publicarse su esperado disco al desnudo en Abbey Road, ha decidido mostrar una versión a piano de ‘Come Into My World’, una de sus mejores canciones (¿la mejor?), que ya había interpretado en versión balada durante alguna de sus giras.

Por otro lado, en Soundcloud ya se puede escuchar la nueva versión del clásico dueto entre Kylie y Nick Cave, la emocionante ‘Where The Wild Roses Grow’, incluida en el mencionado disco.

Amy Winehouse, la obra de teatro

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En enero del año que viene se estrenará en Dinamarca una obra de teatro inspirada en la vida de Amy Winehouse. Se titulará ‘Amy’ y ha sido escrita por un grupo de 11 personas que han recopilado información sacada de conciertos, entrevistas, reportajes y especiales de televisión. La obra mostrará su vida y reflexionará sobre la presión del «público sensacionalista».

Os recordamos que para esta Navidad se publica una caja con las grabaciones de Amy en directo para la BBC.