Nemes demuestra que, en ocasiones, es mucho más eficaz mostrar el horror de forma oblicua, sesgada, desapegada, que de manera frontal, subrayada y "sentimentalizada".
Spielberg ofrece la película que él quiere en lugar de la que nosotros queremos, pero nos hace reflexionar sobre las guerras de entonces y las guerras de ahora.
Ron Howard ha preferido una vez más dejarse llevar por el convencionalismo para entregarnos un filme que pasa de puntillas, y sin mancharse ni mojarse, por la historia que inspiró 'Moby Dick'.
"La maternidad está sobrevalorada", me contaba Isabel Coixet el otro día antes de empezar esta entrevista cuando le comenté que 'Nadie quiere la noche'...