Si el dúo ya llenaba grandes escenarios, con este tercer largo de Gran Pop tan sólido como atractivo ya deberían mirar a la cara de estrellas internacionales.
Puede que no tenga los mayores hitazos de su carrera ni esté muy bien cerrado, pero el tercer disco de Ariana Grande puede escucharse de principio a fin sin problema.
El segundo volumen de esta vasta obra colaborativa supone otra buena reivindicación del maestro francés de la electrónica, si bien cae en la irregularidad de este tipo de discos.
Pese a las letras, Miss Caffeina entregan un disco electrónico, corto, sin baladas y lleno de temas hedonistas. Es decir, lo que queríamos que fuera 'Day & Age' y nunca lo fue.