Con canciones de Arctic Monkeys, Human League o Pulp, todos de Sheffield, el cantante Tony Christie hace el que está considerado como uno de los mejores álbumes de su carrera.
¿Qué pasaría si un chico de los suburbios de South London creciera escuchando a Michael Jackson, tuviera un gusto por los arreglos de cuerda como Patrick Wolf, la garganta de Justin Timberlake y Thom Yorke, la obsesión por hyper ballads à la Björk y el elegante y melancólico sentido de la electrónica de Junior Boys?
Producido por Ibon Errazkin, el tercer disco de Nosoträsh convenció incluso a la crítica rockera más exigente gracias a sus letras tan tiernas como mordaces.