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Es la segunda Palma de Oro en Cannes en cinco años para Ruben Östlund. Aunque creo que me gustó más The Square, esta última también funciona muy bien y es más grande y más ambiciosa. Una sátira de dos horas y media sobre el sistema de clases y valores de la sociedad occidental, que empieza discretita con la historia de una pareja de modelos e influencers, para luego crecer poco a poco en ese crucero de lujo lleno de personajes imposibles, y explotar en una apoteosis de humor absurdo y escatología. Hay algunos giros inesperados y gags muy divertidos, y otros momentos en que quizá peca de demasiado obvia. Pero en general es una peli muy disfrutable, muy comentable y las dos horas y media se pasan en un suspiro.
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Es lo nuevo de Sebastián Lelio ("Una mujer fantástica") para Netflix. Una peli de época sobre una enfermera en un pueblo de Irlanda en el siglo XIX, que tiene que vigilar a una niña que sobrevive, milagrosamente o no, sin probar bocado desde hace meses. Una historia sobre el poder de las historias, la fe que ponemos en ellas y la delgada línea que separa esa fe del fanatismo. La peli es buena y está muy bien hecha; una ambientación fantástica, una banda sonora atípica que contribuye a crear atmósfera, y Miss Flo que borda su papel como siempre. Sin embargo, aunque me resulte curiosa y hasta cierto punto intrigante, la historia de una niña beata y anoréxica por la gracia de Dios, no es que sea el tema que más me apasione.
