Yo después de pasar un año en Alemania viviendo en un pueblucho, trabajando una hora al día y poniéndome lozano cual pueblerino, llegué a sobrepasar los 92 y ahora estoy en los 78.
El problema que tenemos muchos es que simplemente no miramos lo que comemos. Esto, unido a la ansiedad y al pensamiento de que dándote algún capricho en el paladar vas a ser más feliz, es un cóctel molotov.: te hace mucho menos feliz a la larga y eso hay que tenerlo en cuenta.
Yo hice una dieta que agrupaba las comidas por tipos y establecía incompatibilidades. Ahora en un rato os la subo. Ya estoy viendo a @corneacraneo decir que es una inmensa gilipollez, y posiblemente tenga razón, pero a mí me sirvió porque normalmente no era consciente de lo que comía y con esto organizaba de antemano lo que iba a comer, cosa que ayuda.
Ahora en la oficina estoy continuamente bebiendo té (no caliente, del tiempo y en botella), que me ayuda con el tema de expulsar líquidos, que buena falta me hace. Voy al gimnasio, aunque no soy regular y ahí es donde tengo el mayor problema.
En breve creo que me pondré una semanita con el sirope. Aquí seguro que me caen palos por vuestra parte, pero me apetece hacerlo y no lo considero una burrada: estando sano se puede hacer.