En los dos últimos días ha habido varias turbulencias. Estamos en momentos muy distintos. A él no le apetece mucho salir de casa, está permanentemente agotado y no le apetece hacer mucha vida social. Y yo si bien no soy totalmente lo contrario, porque hay días que me apetece hacer vida en casita, luego soy muy muy callejero y estoy de un lado a otro. Además a él parece que le falta energía constantemente y a mi eso me pone algo nervioso. Aunque me da pena, porque es muy cariñoso y cuando estamos en el mismo punto, estamos genial.