En concreto:
"—Deprisa —le susurraba ella—, deprisa, deprisa, sigue, no pares, deprisa. Jaime, Jaime, Jaime. —Lo guió con las manos—. Sí —gimió Cersei ante su embestida—, mi hermano, mi querido hermano, sí, así, así, te tengo, ya estás en casa, ya estás en casa, ya estás en casa..."