La primera escucha de Chromatica la recuerdo con optimismo -eran de esos primeros paseos post-confinamiento.
Le puse entusiasmo, empeño, quería muy fuerte que el disco me encantase. Pero se me deshinchó pronto: las canciones entran y se van con la misma autenticidad que una celebrity en la alfombra roja de la MET gala.
De 911 sólo me gustó el homenaje al Color de la Granada.
Con Mayhem sin embargo, conecté desde Disease, he quemado el disco en estos meses, he visto los dos Coachellas y Rio, y no veo la hora de otro(s) single(s) ni de verla en vivo.
Me parece también su gira más redonda desde el Born This Way y es porque la mayoría de canciones nuevas encajan perfectamente entre sus hits.
Al final lo interesante de Gaga es que su estado vital es indisociable de su música. Tanto Joanne como Chromatica nos hablan con precisión sobre qué mood estaba Gaga, y aunque los discos me den igual, suman a la narrativa de Estefanía. Es bastante folclórica en ese sentido.