A mi me encantan, mi madre tenía una que le ocupaba todo el pasillo. Y si le gusta el sitio, no pierde frondosidad, porque, a veces, solo sobrevive la punta, y al principio de la rama se ve solo el tallo y queda muy feo, pero si tienes la suerte de que no le pase, es preciosa. Y luego la puedes cortar cuando ya sea muy grande, que vuelve a crecer sin problema. Eso sí, si la dejas hacer muy grande, de vez en cuando tienes que cortarle las raíces porque se queda sin espacio.