¿Físico reconocible? A mí me parecen todos súper random. Ahora que pasamos a la arena europea es cuando se ve todas las carencias que la academia no ha sabido paliar: nervios que derivan en desafines, movimientos robóticos, carisma tendente a cero y para rematar canciones que las escuchas una vez y no te apetece volver a escuchar en la vida. En una era de mundo globalizado donde cualquier canción está a dos clicks de distancia, enviar “Lo malo” o “Al cantar” o cualquier otra de esta tanda en 2017 (supuestamente lo mejor de entre cientos de canciones) supone un descenso a los infiernos automático.