Yo ví una situación un poco penosa pillando el metro en Madrid de reenganche, al poco de abrir la estación. Me dieron ganas de saltar al ande´n de enfrente de la impotencia pero justo llegó el metro.
Estábamos en Banco de España, y en el andén de enfrente había un señor vagabundo y viejo que se había quedado durmiendo. A la vez que mis colegas y yo llegabamos a nuestro andén, unas maricas con pinta un poco skin que entraron en la boca de metro con nosotros aparecían por el andén de enfrente, vieron al señor durmiendo y lo empezaron a putear, moverlo para despertarlo "Qué, hijo de puta, que bien se vive sin trabajar , no?" . Me estaba hirviendo la sangre...