Independientemente del tópico del final trágico de los personajes trans, Emilia debía morir al final de la historia porque lleva a sus espaldas todo el sufrimiento y muerte que causó como Manitas. Por mucha ONG naif que se saquen de la manga o su figura en procesión como si fuera una santa, en cualquier relato serio el personaje del narco debía pagar al final por sus actos.