Los médicos, enfermeros, etc estamos saturados del tema, desconcertados porque nos cambian las directrices cada 15 minutos, con los ojos en blanco por la poca preparación pese a que era evidente lo que se nos venía encima, y preocupados porque además estamos más expuestos y no paran de llegarnos noticias de compañeres que han dado positivo o que están en cuarentena. Y lo peor está por llegar.