A ver, a mí me parece descabellado lo que sugiere Marko Bosnjak y, aunque use su status de “persona que sabe lo que es la guerra”, su statement me parece la pataleta de alguien muy joven que no ha pasado a la final y, además, su experiencia eurovisiva no ha sido todo lo divertida que esperaba.
Me sabe mal por el backlash que va a tener porque es muy joven y en su país ya a recibido bastante bullying de corte homofóbico y entiendo que después de tanto hate uno se venga arriba con el papel de diva problemática.
Defender que Ucrania o cualquier país que sufra una agresión no debe participar me parece un poco cruel y como para revisarnos nuestras prioridades. ¿Encima que están el la mierda, también les quitamos esta ilusión porque nos estropean nuestro concurso?
Hay que asumir que Eurovisión no será jamás un evento completamente apolítico. Y a mí me no me parece algo negativo, en parte porque es imposible crear un vacuum cultural en el que exponer las canciones para que se evalúen de forma totalmente objetiva, y también porque creo que parte de la belleza del concurso es que es un reflejo de la realidad europea y su momento histórico.
Además de crear debate e impacto mediático sobre todo lo que nos preocupa, porque el arte y la cultura son permeables. Un bop sueco de laboratorio, la canción experimental de Georgia, una diva casposa o una balada balcánica pueden contener muchos mundos.