“Putos miserables de mierda que se cagan en los principios y valores de muchísima gente pulcra y honrada que deposita su confianza en esta apestosa mierda”. < 3
Hoy hace años que murió Pedro Salinas y quería recordar esto
¡Si me llamaras, sí;
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
«¡si me llamaras, sí, si me llamaras!»
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca
desde la voz que dice: «No te vayas».
La tierra yerma, sin árbol
ni montaña, el cielo seco,
huérfano de nube o pájaro;
tan quietos los dos, tan solos,
frente a frente tierra y cielo,
paralelismo de espejos,
que ahora no hay lejos ni cerca,
alto o bajo, mucho o poco,
en el universo,
¡Dulce muerte de medidas,
guiño de infinito!
Pero de un surco se vuela
un pájaro primerizo.
Y todo vuelve a ordenarse
por la pauta de su sino.
Ya la tierra está aquí abajo
y el cielo allí arriba puesto,
ya la llanura es inmensa
y el caminante pequeño.
Y ya sé lo que está lejos:
dicha, gracia, paz o logro.
Y ya sé lo que esta cerca:
el corazón en el pecho.
No sé si "le damos alas en todos los medios", yo no sé quién es (cantante, imagino), pero la verdad es que no entiendo muy bien a colación de qué exactamente viene traer al foro estos tuits que la verdad que me parecen un poco
Hay quien habla de la ternura
y luego no menciona el paraíso.
Tal vez se crea
que hay alguna otra posibilidad
de redención,
tal vez se crea que hay otra posibilidad
de estar sobre la tierra,
con las rocas, los árboles,
las nubes y el dolor como tus semejantes.
No hay otra salida,
ni en la cámara oscura del suicidio
se abandonan los ecos primordiales.
Latir, para reconocerse
en las calles donde no hay señales,
ni puertas ni carteles,
donde nadie se busca en tu mirada,
donde vale el sudor sólo por su agonía.
Eres libre en la calle,
libre en la soledad,
muchas veces te cansas y te muerdes las vísceras,
y te angustia la rabia y te sientes perdido
en una humanidad que no acaricia
las rosas de tu piel;
pero no hay nada más que un camino
de aquí a la eternidad,
nada más que una búsqueda te importa:
en la carne la fuerza y la emoción,
en la mirada el paso de los barcos;
detrás de cada gesto y de cada mansedumbre,
detrás de cada ruina y de cada desnudez,
el agua silenciosa que da cuerpo a las almas,
el trino que atraviesa los ácidos del bosque
pulsando la ceniza del sueño y del pasado;
la voz más escondida,
y la más manifiesta,
el ser del corazón, que está en lo más profundo
Esto no es un poema sino un cuento pero me parece una preciosidad, es de los más conocidos de Kafka y con razón:
Yo era rígido y frío, yo estaba tendido sobre un precipicio; yo era un puente. En un extremo estaban las puntas de los pies; al otro, las manos, aferradas; en el cieno quebradizo clavé los dientes, afirmándome. Los faldones de mi chaqueta flameaban a mis costados. En la profundidad rumoreaba el helado arroyo de las truchas. Ningún turista se animaba hasta estas alturas intransitables, el puente no figuraba aún en ningún mapa. Así yo yacía y esperaba; debía esperar. Todo puente que se haya construido alguna vez, puede dejar de ser puente sin derrumbarse.
Fué una vez hacia el atardecer -no sé si el primero y el milésimo-, mis pensamientos siempre estaban confusos, giraban siempre en redondo; hacia ese atardecer de verano; cuando el arroyo murmuraba oscuramente, escuché el paso de un hombre. A mí, a mí. Estírate puente, ponte en estado, viga sin barandales, sostén al que te ha sido confiado. Nivela imperceptiblemente la inseguridad de su paso; si se tambalea, date a conocer y, como un dios de la montaña, ponlo en tierra firme.
Llegó y me golpeteó con la punta metálica de su bastón, luego alzó con ella los faldones de mi casaca y los acomodó sobre mi. La punta del bastón hurgó entre mis cabellos enmarañados y la mantuvo un largo rato ahí, mientras miraba probablemente con ojos salvajes a su alrededor. fué entonces -yo soñaba tras él sobre montañas y valles- que saltó, cayendo con ambos pies en mitad de mi cuerpo. Me estremecí en medio de un salvaje dolor, ignorante de lo que pasaba. ¿Quién era? ¿Un niño? ¿Un sueño? ¿Un salteador de caminos? ¿Un suicida? ¿Un tentador? ¿Un destructor? Me volvi para poder verlo. ¡El puente se da vuelta! No había terminado de volverme, cuando ya me precipitaba, me precipitaba y ya estaba desgarrado y ensartado en los puntiagudos guijarros que siempre me habían mirado tan apaciblemente desde el agua veloz.
Fose hai ragione tu:
forse la pace vera
si può trovare solamente
in un luogo buio come questo,
in un'anticamera di collegio
dove ogni giorno sfilano le bambine
lasciando alle pareti
i soprabitini e i berretti;
dove i poveri vecchi
che vengono a domandare
si contentano di un soldo solo
dato da Dio;
dove la sera, per colpa
delle finestre piccine,
si accendono presto le lampade
e non si aspetta
di veder morire la luce,
di veder morire il colore e il rilievo delle cose,
ma incontro alla notte si va
con un proprio lume alto acceso
e l'anima che arde non soffre
il disfacimento dell'ombra.
Un juego de ficción interactiva basado en el poema "La maleta", de Pedro Lezcano. Al acabar el juego se puede escuchar el poema entero: https://potajito.itch.io/la-maleta
Pequeña niña de Shalott,
espectro virginal y tierno:
no hay con quien jugar en esta Torre.
Se elevan desde afuera algunos eco
de los niños que corren en los parques,
pero tú no has de soñar vidas posibles
contemplando más allá de tu ventana.
Un día crecerás y algunos hombres
escribirán sobre tu gesto melancólico;
dirán She has a lovely face al ver
en Instagram una foto de tu espejo,
ientras tejes y destejes un vestido
para una fiesta a la que no te han invitado.
Desde el cristal yo te observo y te replico:
escudriñas con las uñas algo extraño,
acaso el único juguete de la sala.
Al principio no lo entiendes y persistes:
lo abres como a un gorrión enfermo,
sin tener muy claro todavía
si es un trozo de paz o de nada.
Tras tanto examinarla descubrimos
—no sin cierta decepción—
que la soledad es al fin un poco
como son todas las cosas:
una victoria cuando es elegida,
una derrota cuando es impuesta.
Escrutas el reflejo de la noche:
lo único que piensas es que estás
un poco cansada de las sombras.
Comentarios
Lo que puse es del cantante de Money http://moneybandofficial.com que es literato también.
“Putos miserables de mierda que se cagan en los principios y valores de muchísima gente pulcra y honrada que deposita su confianza en esta apestosa mierda”.
< 3
¿Te preguntas, viajero, por qué hemos muerto jóvenes,
Y por qué hemos matado tan estúpidamente?
Nuestros padres mintieron: eso es todo.
Jon Juaristi
Muere el poeta chileno Nicanor Parra a los 103 años
Hoy hace años que murió Pedro Salinas y quería recordar esto
¡Si me llamaras, sí;
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
«¡si me llamaras, sí, si me llamaras!»
será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca
desde la voz que dice: «No te vayas».
http://www.poesi.as/ps33004.htm
La tierra yerma, sin árbol
ni montaña, el cielo seco,
huérfano de nube o pájaro;
tan quietos los dos, tan solos,
frente a frente tierra y cielo,
paralelismo de espejos,
que ahora no hay lejos ni cerca,
alto o bajo, mucho o poco,
en el universo,
¡Dulce muerte de medidas,
guiño de infinito!
Pero de un surco se vuela
un pájaro primerizo.
Y todo vuelve a ordenarse
por la pauta de su sino.
Ya la tierra está aquí abajo
y el cielo allí arriba puesto,
ya la llanura es inmensa
y el caminante pequeño.
Y ya sé lo que está lejos:
dicha, gracia, paz o logro.
Y ya sé lo que esta cerca:
el corazón en el pecho.
Qué bien! Un acosador de manual y le damos alas en todos los medios porque hace una música súper urbana y súper moderna!
No sé si "le damos alas en todos los medios", yo no sé quién es (cantante, imagino), pero la verdad es que no entiendo muy bien a colación de qué exactamente viene traer al foro estos tuits que la verdad que me parecen un poco
Reconducimos el hilo:
Hay quien habla de la ternura
y luego no menciona el paraíso.
Tal vez se crea
que hay alguna otra posibilidad
de redención,
tal vez se crea que hay otra posibilidad
de estar sobre la tierra,
con las rocas, los árboles,
las nubes y el dolor como tus semejantes.
No hay otra salida,
ni en la cámara oscura del suicidio
se abandonan los ecos primordiales.
Latir, para reconocerse
en las calles donde no hay señales,
ni puertas ni carteles,
donde nadie se busca en tu mirada,
donde vale el sudor sólo por su agonía.
Eres libre en la calle,
libre en la soledad,
muchas veces te cansas y te muerdes las vísceras,
y te angustia la rabia y te sientes perdido
en una humanidad que no acaricia
las rosas de tu piel;
pero no hay nada más que un camino
de aquí a la eternidad,
nada más que una búsqueda te importa:
en la carne la fuerza y la emoción,
en la mirada el paso de los barcos;
detrás de cada gesto y de cada mansedumbre,
detrás de cada ruina y de cada desnudez,
el agua silenciosa que da cuerpo a las almas,
el trino que atraviesa los ácidos del bosque
pulsando la ceniza del sueño y del pasado;
la voz más escondida,
y la más manifiesta,
el ser del corazón, que está en lo más profundo
y amanece a la piel continuamente.
Juan Antonio Marín
La literatura existe porque el mundo no basta.
Pessoa.
Se me hace largo el plazo del dolor.
En Madrid hay más calles que otros días
y yo tengo que recorrerlas todas.
Hay más casas, más lámparas de Ikea,
más chalets adosados. Mi fortuna
está durmiendo en ese laberinto.
La muerte tiene horario comercial.
La vida tiene horario de oficina.
Los niños no han salido del colegio.
Cómo quisiera haber sufrido ya,
estar sufriendo ahora por amor
con todo lo que eso significa.
Esto no es un poema sino un cuento pero me parece una preciosidad, es de los más conocidos de Kafka y con razón:
Yo era rígido y frío, yo estaba tendido sobre un precipicio; yo era un puente. En un extremo estaban las puntas de los pies; al otro, las manos, aferradas; en el cieno quebradizo clavé los dientes, afirmándome. Los faldones de mi chaqueta flameaban a mis costados. En la profundidad rumoreaba el helado arroyo de las truchas. Ningún turista se animaba hasta estas alturas intransitables, el puente no figuraba aún en ningún mapa. Así yo yacía y esperaba; debía esperar. Todo puente que se haya construido alguna vez, puede dejar de ser puente sin derrumbarse.
Fué una vez hacia el atardecer -no sé si el primero y el milésimo-, mis pensamientos siempre estaban confusos, giraban siempre en redondo; hacia ese atardecer de verano; cuando el arroyo murmuraba oscuramente, escuché el paso de un hombre. A mí, a mí. Estírate puente, ponte en estado, viga sin barandales, sostén al que te ha sido confiado. Nivela imperceptiblemente la inseguridad de su paso; si se tambalea, date a conocer y, como un dios de la montaña, ponlo en tierra firme.
Llegó y me golpeteó con la punta metálica de su bastón, luego alzó con ella los faldones de mi casaca y los acomodó sobre mi. La punta del bastón hurgó entre mis cabellos enmarañados y la mantuvo un largo rato ahí, mientras miraba probablemente con ojos salvajes a su alrededor. fué entonces -yo soñaba tras él sobre montañas y valles- que saltó, cayendo con ambos pies en mitad de mi cuerpo. Me estremecí en medio de un salvaje dolor, ignorante de lo que pasaba. ¿Quién era? ¿Un niño? ¿Un sueño? ¿Un salteador de caminos? ¿Un suicida? ¿Un tentador? ¿Un destructor? Me volvi para poder verlo. ¡El puente se da vuelta! No había terminado de volverme, cuando ya me precipitaba, me precipitaba y ya estaba desgarrado y ensartado en los puntiagudos guijarros que siempre me habían mirado tan apaciblemente desde el agua veloz.
Mas que preciosidad lo llamaría horror pesadillesco de una angustia del copón
L'anticamera delle suore
Fose hai ragione tu:
forse la pace vera
si può trovare solamente
in un luogo buio come questo,
in un'anticamera di collegio
dove ogni giorno sfilano le bambine
lasciando alle pareti
i soprabitini e i berretti;
dove i poveri vecchi
che vengono a domandare
si contentano di un soldo solo
dato da Dio;
dove la sera, per colpa
delle finestre piccine,
si accendono presto le lampade
e non si aspetta
di veder morire la luce,
di veder morire il colore e il rilievo delle cose,
ma incontro alla notte si va
con un proprio lume alto acceso
e l'anima che arde non soffre
il disfacimento dell'ombra.
Antonia Pozzi
Un juego de ficción interactiva basado en el poema "La maleta", de Pedro Lezcano. Al acabar el juego se puede escuchar el poema entero: https://potajito.itch.io/la-maleta
Os recomiendo el nuevo de Ismael Ramos "Lixeiro"
I AM HALF SICK OF SHADOWS
Pequeña niña de Shalott,
espectro virginal y tierno:
no hay con quien jugar en esta Torre.
Se elevan desde afuera algunos eco
de los niños que corren en los parques,
pero tú no has de soñar vidas posibles
contemplando más allá de tu ventana.
Un día crecerás y algunos hombres
escribirán sobre tu gesto melancólico;
dirán She has a lovely face al ver
en Instagram una foto de tu espejo,
ientras tejes y destejes un vestido
para una fiesta a la que no te han invitado.
Desde el cristal yo te observo y te replico:
escudriñas con las uñas algo extraño,
acaso el único juguete de la sala.
Al principio no lo entiendes y persistes:
lo abres como a un gorrión enfermo,
sin tener muy claro todavía
si es un trozo de paz o de nada.
Tras tanto examinarla descubrimos
—no sin cierta decepción—
que la soledad es al fin un poco
como son todas las cosas:
una victoria cuando es elegida,
una derrota cuando es impuesta.
Escrutas el reflejo de la noche:
lo único que piensas es que estás
un poco cansada de las sombras.