La música pop se supone que tiene la función de entreteneros, consolarnos cuando estamos tristes o levantarnos de la silla elevando al cubo nuestros momentos máximos de euforia... es decir, rejuvenecernos en cierta medida. Pero en ocasiones nos ha aportado más bien lo contrario.
Aunque un concierto de Adele sean, en buena parte, una colección de baladones para llorar a moco tendido, también tienen cierto toque de imprevisibilidad....
Un vistazo a iTunes y Spotify 36 horas después de que culminasen los Grammys (cuando los efectos de la ceremonia comienzan a apagarse definitivamente)...