Una frase promocional de esta película afirma que nunca has visto la II Guerra Mundial hasta que no la has visto a través de los ojos de Tarantino. Pues es verdad.
Brad Pitt se convierte en Gollum para vivir una historia de amor hacia atrás que, como los cangrejos, acabará dejando cocido en la butaca a más de un espectador. Por lo menos amortizas la entrada. Casi tres horas en el cine calentito bien valen 8 euros...