‘Moneyball’: la película definitiva sobre béisbol

-

- Publicidad -

‘Moneyball’: la película definitiva sobre béisbol

Al igual que pasa con el fútbol, siempre he pensado que la mejor película sobre el béisbol estaba aún por llegar. Hasta el momento, la tronchante serie ‘De culo y cuesta abajo’ me había parecido lo más inspirado que se había hecho en la ficción sobre el deporte rey de EE UU. Ni las ochenteras ‘El mejor’ (1984), ‘Los búfalos de Durham’ (1988) y ‘Campo de sueños’ (1989), ni clásicos sobrevalorados como ‘El orgullo de los Yanquis’ (1942) hacen justicia a un juego tan popular y con tanta mítica y épica.

Hasta ahora. Porque ‘Moneyball: Rompiendo las reglas’ es lo más parecido a la “película definitiva” sobre el béisbol que se ha hecho. Las razones para tan rotunda afirmación son principalmente tres:

- Publicidad -

1) El guión escrito por Steven Zaillian (que también ha bordado este año la adaptación de ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’) y reescrito por Aaron Sorkin (que tras ‘El ala oeste de la Casa Blanca’ y ‘La red social’ va camino de convertirse en leyenda) es tan bueno que la película podría haberse rodado sola. No es por desmerecer la labor de Bennett Miller, pero con ese guión ni Michael Bay es capaz de hacer una mala película. La manera en que combina lo personal con lo general, los conflictos psicológicos del mánager con la marcha del equipo, es prodigiosa. Y los diálogos, como en la secuencia del fichaje de Rincón, un portento de ritmo y lucidez narrativa.

2) Brad Pitt. Si alguien merece el Oscar este año es él. Su papel como mánager angustiado e inseguro, pero también valiente e íntegro, es excepcional. Y es que Pitt no es solo uno de los mejores actores del momento –repasar su filmografía desde ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’ (2007) hasta la actualidad da vértigo-, sino uno de los productores más inteligentes y audaces del cine actual. Y si además le acompaña un inspiradísimo Jonah Hill, en un registro completamente diferente al habitual, la jugada (o mejor, la ecuación) es perfecta.

- Publicidad -

3) Bennett Miller. No quiero ser injusto con él. El director de ‘Truman Capote’ (2005) tiene la virtud de no querer estar por encima de la película ni de sus dos grandes bazas: el guión y Brad Pitt. Al contrario. Miller se pone al servicio de la historia y de sus intérpretes. Es cierto que a veces cae en el plano-cliché de película deportiva (los sobados ralentís), pero también, con la ayuda de Wally Pfister (el director de fotografía de Christopher Nolan), consigue dotar al filme de un atractivo estilo visual, muy naturalista, además de poner mucha atención en el detalle realista. Hay que tener en cuenta que la película es una adaptación del libro de Michael Lewis ‘Moneyball: The Art of Winning an Unfair Game’, basada en la historia real de Billy Beane, director general de los Oakland Athletics. En su empeño por no traicionar la verdad histórica, Miller intercala imágenes documentales de los sucesos reales y hasta recurre al guitarrista Joe Satriani para que emule, con la misma guitarra que entonces, la versión del himno nacional que interpretó el día de la inauguración de la temporada.

Y es que ‘Moneyball’ no es lo que parece. No es otra película más sobre David contra Goliat, ni la enésima fábula sobre el afán de superación. ‘Moneyball’, como ‘La red social’, habla de ese argumento universal que es la irrupción de lo nuevo en lo viejo, de esos pioneros que, como le dicen al mánager protagonista, acaban heridos por ser los primeros en derribar el muro. 9.

Lo más visto

No te pierdas