Resulta encomiable y sano que un grupo de culto como The Vaselines sacuda la trascendencia que suele envolver el regreso de otras bandas de su estatus, prácticamente ignorados en su efímera primera etapa y encumbrados, años después, gracias a la reivindicación de sus canciones por parte de figuras relevantes (en este caso, Kurt Cobain). Eugene Kelly y Frances McKee, tras años sin actuar ni grabar juntos y con sus propias (y poco interesantes) carreras en solitario, volvieron por diversión, porque les apetecía. Eso desprendía ‘Sex With An X‘, un segundo disco publicado nada más que 25 años después que su único largo oficial hasta aquel momento, y eso mismo desprende ‘V For Vaselines’, que llega sin el respaldo de Domino Recordings, autoeditado en su propio sello.
El dúo, secundado de nuevo en esta grabación por otros escoceses de pro (Stevie Jackson -Belle & Sebastian-, Scott Patterson -Sons & Daughters- o Francis McDonald -Teenage Fanclub- se dejaron caer en una grabación llevada a cabo en los estudios de Mogwai, con Tony Doogan a los mandos), derrocha sentido del humor en sus títulos y sus letras, restando gravedad a su propio mito (sus entrevistas resultan hilarantes) y concentrándose en divertir. Y lo logran casi siempre, en este caso con composiciones inspiradas en la magia de los mejores Ramones (Kelly afirma que la motivación surgió al presenciar un concierto en homenaje al grupo neoyorquino, mientras que McKee asegura que el punk está muy presente en este momento de su vida, porque sus hijos lo están descubriendo). Sin apenas pausa, la banda despliega temas rápidos y con gancho, aunque ejecutados, eso sí, con mucha más ortodoxia y formalidad de la que hicieron gala antes.
Tan formal y tan adulto es su sonido que no solo se da un poco de bruces con el recuerdo de aquel antiguo encanto lo-fi, sino que por momentos también choca precisamente con el espíritu juguetón al que aludíamos, simbolizado por el fantástico single ‘High Tide Low Tide‘, cuyo vídeo expresa a la perfección su irreverencia y su capacidad para reírse de sí mismos. En el peor de los casos (‘One Lost Year‘, ‘False Heaven’, ‘Earth Is Speeding’), esa «profesionalidad» les hace sonar ajenos a sí mismos, más próximos a los últimos Pixies o a unos The Wedding Present desbravados. Pero, en un balance global, ‘V For Vaselines’ acaba resultando ganador. La contundencia sonora y la inmediatez de temas como ‘Crazy Lady’ (una despedida a un ligue, aunque coquetean con la idea de que podría estar inspirada por la muerte de Thatcher), ‘Number One Crush’ o ‘The Lonely LP’, bien mezclados con otros estilos en principio ajenos a ellos (el pianito vodevilesco de ‘Inky Lies’, la bonita y agridulce balada ‘Single Spies’ -en la que se enfundan la piel de unos Nancy & Lee-, la épica de esa ‘Last Half Hour’ que cierra fantásticamente el disco…), conforman un disco encantador y ameno que, si bien les desmitifica un poco, resulta muy digno.
Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘High Tide Low Tide’, ‘Single Spies’, ‘The Lonely LP’.
Te gustará si te gusta: The Pastels, Beat Happening, The Wedding Present.
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