Habrá quien vea cierto oportunismo, dado el éxito de bandas como The Black Keys, Blood Red Shoes, Band Of Skulls o, más recientemente, Royal Blood, en el trío madrileño Sexy Zebras, obviando que la banda lleva en activo desde hace una década, pese a que sólo haya tenido ocasión de publicar tres álbumes largos en ese tiempo. Pero podemos decir que estos, a tenor precisamente de la pujanza de los clichés del hard rock con ascendente blues que todos esos grupos toman como punto de partida, son buenos tiempos para lanzar un álbum como el recientemente estrenado ‘Hola, somos los putos Sexy Zebras’, cuyo título podría llegar a confundirse con el de un debut (el suyo fue en 2009, ‘Nada más lejos de la realidad’). Lo que sí parece este disco es un nuevo punto de partida al ser más agresivo en forma y fondo, ya desde su sonoro nombre y su radical portada, que tiene origen en el clip de ‘La máquina’ (en él la banda renuncia a la imagen de guaperas de revista para raparse la cabeza de muy mala manera). En oposición a la pátina de sofisticación de ciertos temas de ‘Volvamos a la selva‘ (2011), que les emparentaban con bandas de estadio como Muse o Biffy Clyro pero les hacía parecer más impostados, Jose Luna, Gabriel Montes y Samuel Torío apuestan en su tercer largo por un sonido más aguerrido y fuerte, aunque también más clasicorro y purista, casi arquetípico.
Por contra, eso no resta ni un ápice de fuerza a su propuesta, máxime cuando la condensan en 32 minutos de rock con actitud y sin etiquetas, bien tocado y a todo trapo, no apto para remilgados, que noquea especialmente con la terna inicial formada por ‘El fugitivo’ más los singles ‘La máquina‘ y ‘Búfalo blanco‘, tres bofetones que se pegan como chicle. Repiten ese impacto con similares resultados en ‘Salvajes’, ‘Vivos o muertos’ y ‘El semental’ y se defienden bien en medios tiempos como ‘Babilonia’, ‘La flaca’ o ‘El perro Jeffrey’ (que cuenta con un precioso arreglo de Hammond), pese a que tienden a ponerse plomizos cuando bajan las revoluciones. Aunque también hay una ostensible mejora en sus letras respecto a su anterior obra, resulta menos defendible esa rijosa actitud de machirulo de ‘El semental’ y el pretendido «mensaje» de calado social de algunos temas (ese «do the revolution» da pelín de cosica), cuyo epítome es el bochornoso número final ‘Hijo de puta’, en el que se transforman sin venir mucho a cuento en un pobre émulo de Rage Against The Machine (o peor: Molotov), en el que además pecan de cierto infantilismo (¿en serio «hijodeputa el que no salte»?) en su planteamiento. Apuesto -eso sí- a que será el momento más celebrado de sus próximos conciertos. Al público le encanta eso de hacer pogo mientras grita palabras gruesas.
Sexy Zebras presentarán en vivo ‘Hola, somos los putos Sexy Zebras’ en una extensa gira que hoy, día 10 de abril, recala en la sala Razzmatazz de Barcelona.
Calificación: 6,6/10
Lo mejor: ‘La máquina’, ‘El fugitivo’, ‘Búfalo blanco’
Te gustará si te gustan: los primeros Black Keys, The Right Ons, Royal Blood.
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