En un año de convulsión política constante, se ha echado en falta a El Pardo, un grupo autodenominado de pop rock pero con clara vocación punk e incendiaria, plasmada en unas letras que optan por la confrontación directa y la acusación indiscriminada a los poderes fácticos. Tras grabar un nuevo disco el verano del pasado año (el EP ‘2014‘ contenía apenas 4 de ellas), continuación de su debut homónimo, la banda pareció desaparecer de foco. A partir de ahí, el grupo y sus miembros vivieron un proceso de reajuste, que fue tomando forma en ensayos y conciertos.
Tras algunos cambios de formación (dejaron la banda Paula Fernández y Miguel López Breñas -Alborotador Gomasio, CVEEC, etc.-; se unió Alberto Robla), el grupo comandado por Raúl Querido vuelve ahora a una actividad más intensa. Para empezar, aquellas sesiones de grabación que no llegaron a ver la luz en su momento vuelven en forma de álbum, ‘2015’. El próximo día 9 de diciembre, El Pardo irrumpen en plena campaña electoral (como a ellos les gusta) con 10 canciones (las 4 de ‘2014’ y 6 inéditas) que, aunque pretendían tener un carácter testimonial del verano en que fueron grabadas, conservan hoy todo el sentido. De nuevo autoeditan y ofrecerán la descarga en Bandcamp a un precio de 5€. Si no puedes pagarlos, también podrás elegir tú mismo el precio. Este es su tracklist:
1 Terroristas
2 Vergüenza
3 Karkajada
4 Ejecución
5 ¡Hablan!
6 Nestlé
7 Plasma
8 Matadero
9 Èltsen
10 Somos Todas
En JENESAISPOP estrenamos hoy ‘Matadero’, una angustiosa bofetada que alude a esos lugares en «los que nos llaman a morir en masa», con referencia a la tragedia del Madrid Arena. Al hilo de este estreno, hemos aprovechado para hablar con el grupo sobre ‘2015’, la actualidad política y esta canción, que deja helado y caliente a un tiempo. El Pardo presentarán en directo ‘2015’ en la sala Vaciador de Madrid, el próximo día 18 de diciembre, último día de campaña electoral.
Ha pasado algo más de un año desde el EP ‘2014’ hasta este segundo largo, ‘2015’. ¿Qué ha pasado en este tiempo con El Pardo?
JAVI (guitarra): «Ha habido idas y venidas con los sellos que se ofrecieron a publicar el disco. Mientras tanto hemos hecho más canciones (hasta un ska)».
RAÚL (voz): «Ha sido un año largo y difícil. Hubo cambios forzosos en la formación del grupo. Paula volvió a Gijón al poco de grabar el disco. Miguel dejó El Pardo poco después. Hemos tenido la enorme suerte de que David se hubiese unido poco antes y pasase con decisión a ocuparse del bajo, y de que Alberto se haya quedado a la batería. Probablemente hemos dado nuestros mejores conciertos en el primer semestre de 2015, pero en el local y en lo organizativo, en lo que no se ve, ha sido un año de adaptación y aprendizaje. Salimos reforzados como grupo, creo yo. Ahora estamos componiendo canciones nuevas a un ritmo que no vivíamos desde casi el arranque del proyecto».
Es significativo que en este tiempo hemos pasado de una creciente tensión e indignación contra el Gobierno y la clase política en general a un clima pre-electoral de (no tan) sorprendente calma y beligerancia, con el ascenso de un partido de tan dudosas intenciones como Ciudadanos. ¿Cuál es vuestro sentir sobre la situación? ¿Desencanto o esperanza?
DAVID: «Mi sensación es que todo este clima es una tapadera, Ciudadanos, el hype, y que el desencanto va a volver. Es todo una huida hacia delante y el malestar va a seguir existiendo porque está en la raíz del problema. Otra cosa es que, por todos los medios a su alcance, decidan silenciarlo».
J: «Respecto a Ciudadanos, profundo asco. Es cierto que algunos movimientos sociales y en cierta forma, el hartazgo popular ha sido canalizado por algunos partidos. Pero esperemos que eso no haga que la gente decaiga en sus demandas y que al fin y al cabo, los ciudadanos sigan siendo un elemento de presión independiente de los partidos».
‘2015’ presenta temas nuevos pero también recoge los incluidos en vuestro último EP. ¿Son nuevas grabaciones? Insisto un poco, ¿no es triste que no hayan perdido vigencia?
J: «Es triste y cabrea. A veces parece surrealista la realidad política de este país».
R: «Es horroroso. Nosotros somos un proyecto coyuntural. Lo duradero es el foco, la construcción como grupo, las personas que lo formamos y nuestras inquietudes o relaciones… ‘2015’, por lo que ha tardado en salir, debería funcionar sólo como registro en estudio de lo que fue El Pardo en directo los meses pasados. Y no: desgraciadamente creo que lo que se cuenta en él, incluso lo muy concreto, no ha perdido vigencia».
En la nota de prensa lamentáis u os disculpáis por haber, intuyo, desechado ofertas de sellos discográficos independientes nacionales. ‘2015’ vuelve a ser autoeditado y volverá a estar en libre descarga en Bandcamp. En esa apuesta, ¿no os da miedo perder el potencial de difusión de un sello? ¿Cuál es la postura de la banda de cara a la industria del pop nacional?
J: «En parte sí. Pero hasta hora hemos estado sin sello y la difusión ha funcionado bien».
D: «Creo que ninguno descartamos grabar con un sello si las condiciones son adecuadas y la visión del sello y la banda coinciden. Es algo que de momento no ha sucedido, pero no es descartable. De todas maneras creo que para una banda como El Pardo lo fundamental es que las canciones se graben y salgan a la luz de forma constante, bajo unas condiciones de edición adecuadas, o lo menos malas posible. Si eso converge en algún momento con un sello, genial».
R: «Como interlocutor con los sellos interesados, incluso decididos a publicarnos, yo no lo hice bien. Creo que, circunstancias personales y grupales aparte, hay algo más que considerar en ese proceso y hacia dónde nos ha llevado: ¿tiene sentido El Pardo en un sello, dado nuestro foco discursivo, relacional y de acción práctica, y con las fortalezas y limitaciones concretas con que contamos las personas que lo formamos? Ahora mismo te diría que no. Pero también habría que verlo en cada caso concreto, verlo en colectivo, que contemos todas las personas que formamos el grupo y saber lo que cada una quiere encontrar y puede aportar en ese proceso.
Por mí, ahora mismo me da igual que nuestras canciones se publiquen en CD o vinilo. No querría dedicarle más tiempo, esfuerzos, dinero propio o prestado, a un formato. Querría dedicarle todo el tiempo, esfuerzo y dinero posible a los ensayos, los conciertos y a las nuevas canciones y grabarlas lo mejor posible. Me gustará saber si los discos pasados, presentes y futuros se escuchan y si se entienden. Mejor aún si se escuchan en vivo; para casa o para ir andando por la calle, el digital es lo que más uso va a tener. Ya ni la descarga, el streaming, YouTube…
Creo que la difusión debemos buscarla o encontrarla por otro lado. Hasta ahora nuestra relación con el público ha sido todo lo bidireccional posible, y ha sido enormemente gratificante. Cada vez que alguien decide pagar por nuestra música o difundirla porque le llega, creo que todos y cada uno de nosotros nos sentimos profundamente emocionados».
En canciones como ‘¡Hablan!’ os abrís a un sonido más pop, abandonando los límites del punk y el hardcore. ¿Planeáis acercaros a otras sonoridades?
D: «Soy bastante contrario a hablar de punk y de hardcore como estilos musicales. Me pasa lo mismo con el indie. Creo, como ha dicho Raúl alguna vez, que somos una banda de pop/rock».
R: «Nos gusta escuchar y creo que nos gustaría hacer muchos tipos de canciones. El único límite que se me ocurre es que tengan que ser relativamente coherentes con la formación del grupo en cada momento. Aun así, partiendo de una idea amplia de “pop-rock”, estamos buscándonos las vueltas».
J: «De hecho hay un ska entre las nuevas, y quizás hemos tirado en algunos nuevos temas más hacia el post-hardcore, canciones con ritmos más pausados».
Hablemos de ‘Matadero’, la canción que hoy presentamos en exclusiva: su letra se devanea entre la tragedia del Madrid Arena (con la cita a Steve Aoki) y el borreguismo detrás de la cultura supuestamente alternativa, ¿no?
D: «Creo que fue la primera letra de el Pardo que me impactó de verdad, y que me hizo convertirme en adepto total. Yo sí que les seguía como un borrego antes de tocar con ellos».
R: «David en aquellos tiempos nos hubiese seguido hasta a una macro-fiesta desbordada si se lo hubiésemos pedido…
‘Matadero’, como otras tantas canciones, surgió a partir de la necesidad de hablar de algo, y de un estribillo que quería sintetizarlo. La mención a Steve Aoki surgió como improvisación en un concierto, junto con los gritos que también se quedaron. Muchas veces a partir del foco que cada canción trae o pide, surge el resto. Las letras se completan a partir de la música y a lo largo de ensayos y conciertos. Es un proceso azaroso, orgánico y que, cuando notas que encaja todo, es hermoso.
Esta canción habla de lo horrible, de la muerte porque sí, y de los mataderos a los que nos llaman a morir en masa, asfixiados bajo la excusa del trabajo y hasta del ocio, o de que unos animales valgamos menos que los otros y sirvamos de fuente de proteína. ¿Qué recibimos como sociedad a cambio de este mercadeo de la carne? Una clase dirigente siempre engordando, como mínimo en dinero y disempatía, que acumula y acumula y que se siente además impune. Niñas y niños de cuerpo presente y Ana Botella corriendo de vuelta a para no perder ni un minuto de relajo en su spa».
Foto: Silvia Muñoz Molina.