Paul Simon anunciaba hace unos días el que supondrá su concierto de despedida. Será, eso sí, a lo grande, el próximo 15 de julio en Hyde Park de Londres, y acompañándose de James Taylor y Bonnie Raitt, entre otros artistas que se conocerán próximamente. Antes de esto habrá una gira mundial que recorrerá Europa y América, pero sin parada en España. Comenzará el 16 de mayo en Vancouver y la totalidad de las fechas puede ser consultada en su web oficial, en la que tiene unas palabras de agradecimiento por lo que ha llegado con su música «a los corazones» de la gente.
El artista, de 76 años, fue conocido por ser mitad de Simon & Garfunkel, con los que editó discos absolutamente seminales y superventas como ‘Sounds of Silence’ y ‘Bridge over Troubled Water’; y después también con una estupenda carrera en solitario que sigue siendo referencial para los artistas de hoy. En concreto ‘Graceland’ de 1986, grabado junto a artistas africanos, ha inspirado profundamente a artistas como Fever Ray o Vampire Weekend.
Paul Simon ya había avanzado en The New York Times hace un par de años que puede que se retirara, pues «el negocio de la música no tenía ningún interés» para él. «Ninguno», recalcaba. “Dejarlo es un acto de coraje”, indicaba ya en aquella entrevista de 2016. “Voy a ver qué sucede si lo dejo, entonces voy a ver quién soy. ¿Solo soy esta persona que fue definida por lo que hizo?”, se preguntaba. En la carta en la que explica ahora por qué lo deja, cita la muerte de su guitarrista desde hace 30 años, Vincent N’guini, aunque reconoce que no es la única razón.
El artista indica que no descarta hacer actuaciones acústicas y benéficas, sobre todo en favor de asociaciones que cuiden el medio ambiente.
Su último álbum hasta ahora se editaba en 2016 bajo el nombre de ‘Stranger to Stranger’ y recibía críticas excelentes, terminando entre los mejores discos del año para Mojo, Billboard o Rolling Stone. Además, lograba ser número 1 en Reino Unido y top 3 en Estados Unidos.