“Soy seda y satín, y conozco la pena del niño y el amante”, cantaba Minnie Riperton, la voz de silbido original, en su canción de 1979, ‘I’m a Woman’. “Pero que la ternura de mi corazón no te engañe, yo soy más fuerte que un huracán”.
Casi cuatro décadas después, otra voz delicada y llena de carácter presenta un single feminista con ritmos disco, funk y soul, en la línea de lo que más tarde haría, por ejemplo, Erykah Badu en su debut. No vimos venir a Natalie Prass entregándose a estos estilos tras los excelentes resultados de su barroco primer disco, pero el primer single ‘Short Court Style‘ ha demostrado que le sientan como un guante, y ‘Sisters’ también.
Asertivo, el estribillo de ‘Sisters’ despliega su poder después de que el mantra de la canción establezca su presencia: “tened a vuestras hermanas cerca”. Todas ellas, juntas, cantan: “lo quiero decir alto y claro, para todas aquellas que no pueden, debemos cambiar el plan, venga, mujeres malvadas, y todas las chicas malas, vamos a dejar las cosas claras, y lo diremos rápido, estamos en todo el mundo, somos una clase mundial”. El revestimiento neo-soul es dulce y exquisito, pero el mensaje se clava en la conciencia y en el cerebro como dardo en una diana. Sororidad hecha funk.